Los chocohongos, cuya venta cada vez se hace más popular a través de redes sociales y algunos sitios web, no paran de despertar curiosidad y también temor. Aunque se vean y sepan a golosina, tienen componentes alucinógenos que impactan en nuestro organismo.
Sus defensores prometen numerosos efectos terapéuticos y recreativos, como reducción del estrés y la ansiedad o estimulación de la creatividad, como refiere una de las plataformas que los promueve.
Aquí exploraremos todo lo que debes conocer sobre esta tendencia.
Qué son los chocohongos
Se trata de chocolates preparados con polvo de hongos alucinógenos, los cuales contienen principalmente psilocibina y psilocina como compuestos psicoactivos. Éstos provocan un cambio químico en el cerebro que da lugar a alucinaciones visuales, emociones fuertes y la sensación de escuchar sonidos alejados de la realidad.
Su efecto puede durar entre seis y 12 horas, dependiendo de la cantidad consumida. En México su uso recreativo o terapéutico no está regulado, por lo que su fabricación no está estandarizada y podría haber variaciones en las proporciones y usos de sus ingredientes, lo cual hace más delicado su consumo.
Aunque estén de moda, estos compuestos no son algo nuevo. Se estima que en el mundo hay alrededor de 140 especies de hongos alucinógenos, en México hay alrededor de una veintena de ellos, algunos de los cuales tienen un rol ceremonial en diferentes culturas. En un artículo de la UNAM, el doctor Enrique Aguilar Ramírez destaca que algunas de estas especies, como la Psilocybe mexicana, se han utilizado con fines ceremoniales, sobre todo en los estados de Morelos, Puebla, Veracruz y Oaxaca.
Claro, esto no quiere decir que se deban usar sin precaución o que se puedan tomar para diversión.
¿Los chocohongos son drogas?
Uno de los temores más presentes es la posibilidad de generar dependencia. Al respecto, la doctora Laura Guzmán Dávalos, encargada del Laboratorio de Micología del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara, señaló para el servicio de televisión público de la institución que “los hongos alucinógenos no causan adicción”. A pesar de esto, advirtió sobre la importancia de conocer los riesgos de su consumo y la necesidad de evitar el uso indiscriminado, ya que podría provocar intoxicaciones y otros daños.
Sobre su clasificación como sustancia, “aunque la ley los tiene catalogados como ‘droga’, realmente no lo son”, indicó la especialista al mismo medio.
Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que sus compuestos pueden tener un efecto en el sistema dopaminérgico, relacionado con las adicciones a sustancias. Esto subraya la importancia de consumirlos con precaución y responsabilidad.
Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), “es importante señalar que su consumo puede desencadenar efectos adversos, especialmente en personas sensibles o en dosis incorrectas para la persona en cuestión. Algunos de los efectos secundarios comunes incluyen náuseas, vómitos, ansiedad, confusión, alteraciones del estado de ánimo y percepción, y aumento de la frecuencia cardíaca”. Por ello la institución desaconseja su ingesta si no se cuenta con la asesoría especializada en medicina tradicional o capacitada en este tipo de terapias.
Entender propiedades para la medicina
A pesar de los riesgos que vimos, los hongos psilocibios han despertado el interés de la comunidad científica por sus posibles aplicaciones terapéuticas, principalmente para el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad.
En países como Australia, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, ya se han dado pasos a su favor para el tratamiento de estos padecimientos. No obstante, la investigación científica al respecto todavía no es tan extensa, es decir, es un tema del que aún se está aprendiendo en todo el mundo, algo que menciona en un artículo el CIAD. Todavía no existen medicamentos basados en estos compuestos.
Expertos indican que es fundamental que cualquier uso terapéutico de hongos alucinógenos se realice bajo la supervisión de profesionales de la salud y con microdosis adaptadas a cada paciente y enfermedad.
Antes de consumir éste u otro tipo de productos, por muy de moda que estén, es importante que nos mantengamos informadas sobre sus riesgos y efectos, así como consultar con profesionales en el tema sobre el uso que se le quiere dar.
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