Bórrame el recuerdo de ese amargo amor

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Creo fielmente que el amor no muere, sólo se transforma. A veces lo hace en agradecimiento, cariño, admiración o amistad; pero también puede hacerlo en dolor, rencor, coraje y hasta trauma y cuando esto pasa, la persona amada se vuelve “inolvidable”. 

¿Recuerdan la película de “Eternal sunshine of the spotless mind” (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos)? En la que Clementine (Kate Winslet) desea olvidar a Joel (Jim Carrey) tras una relación fallida de 2 años y se somete a un tratamiento científico para que le eliminen los recuerdos. 

Cuando vivimos una decepción amorosa, quisiéramos que existiera ese mágico método para que nos borraran los recuerdos de ese amor; pero incluso en la película, en la ficción, se plantea que no es posible eliminar la conexión entre dos personas que se amaron alguna vez. 

El amor es el sentimiento más poderoso que existe y que puede experimentar una persona, pero no siempre termina en buenos recuerdos, así que acá te dejo unas recomendaciones de lo que puedes hacer cuando terminó mal y sientes que quedaste traumada.

Si bien todas las relaciones amorosas que terminan comienzan a superarse por medio de un duelo que experimenta varias etapas (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), las cuales no siempre se viven de forma lineal; cuando se genera un trauma, es importante buscar ayuda profesional. 

Esto te lo cuento desde mi experiencia, pues la infidelidad que terminó una relación muy importante para mí, me dejó tan traumada que me tardé años en poder superarla y recomenzar mi vida amorosa. 

¿Cómo superar un mal amor?

Aceptación: Este es el último paso de un duelo y el primero para trabajar un trauma de la naturaleza que sea. Un trauma causado por un mal amor puede manifestarse como: miedo al abandono, desconfianza, autodestrucción, dificultades para comunicarse y para volver a relacionarse. 

Darte cuenta que algo en ti cambió y que te lastima es lo principal para comenzar una terapia que te ayude a sanar. ¡Spoiler! Los traumas sí se curan, pero hay que trabajarlos y siempre debes hacerlo de la mano de un especialista. La salud mental es la más importante porque ella puede detonar enfermedades físicas. 

Foto: No-longer-here / Pixabay

Necesitas terapia: En mi experiencia me recomendaron las terapias cognitivo-conductuales, según los expertos son las más adecuadas para tratar los traumas y los trastornos, ya que ayudan a identificar conductas negativas y patrones de pensamiento destructivos para poder transformarlos. 

Darte un break: No del mundo ni de tu vida social, familiar, laboral, personal, sino descansa tu mente de sobre pensar en lo que te pasó. Al inicio no será fácil pero ponte metas para poder lograrlo. Esto es como AA, “un día a la vez”.

Pensar una y otra vez en lo que pasó no cambiará nada el hecho y solamente logrará que tú misma te revictimices y te sientas pero que trapo. 

Enfrentar el trauma: Una vez que hayas trabajado en terapia lo que pasó, llegará el día que tendrás que volver a aventarte a vivir una relación de pareja, a confiar, a dejarte amar, pero principalmente, a darte chance de volver a amar plenamente. La oportunidad es para ti. 

Foto: PhotoMix-Company / Pixabay

El amor propio es la mejor medicina para lo que sea, así que no te abandones, no te culpes, ni te tortures. Mejor busca superar lo que te pasó para volverte más fuerte, más resiliente y más empática. 

No hay manera de borrar el recuerdo de un mal amor, pero sí de transformar el dolor en aprendizaje para que tus próximas relaciones de pareja sean más sanas. Las cicatrices del corazón se fortalecen cuando superamos lo que nos pasó. 

NO hagas esto si viajas sola 

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Viajar sola es una de las vivencias que no recomiendo saltarte, AQUÍ te cuento por qué se convertirá en la experiencia de tu vida, pero también hay que tener planeación y redoblar las precauciones. 

Me encantaría que pudiéramos viajar solas a cualquier parte de nuestro México o del mundo pero hoy eso no es posible, hay lugares que son un riesgo y es mejor evitarlos, así como ciertas actividades que NO recomiendo hacer cuando se vive esta experiencia. 

Lo primero que debes hacer cuando decides viajar sola es investigar sobre el lugar que quieres visitar; si es tu primera vez, incluso puedes hacerlo por medio de una agencia avalada y de confianza para que te unas a un grupo de turistas durante los traslados.

Una vez que ya tienes todo listo: boletos de camión o avión comprados, hoteles reservados, tours y maletas hechas, solamente queda disfrutar. Vive esa aventura lo más segura que puedas, ve con precaución pero no con miedo, la idea es disfrutar el viaje. 

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¿Qué es lo que NO debes hacer durante tu viaje sola?

Compartir todo en redes sociales: Te sugiero que no compartas en tiempo real tu viaje, ni tus ubicaciones y no informes que estás sola. 

Tómate todas las fotos y videos que quieras pero súbelas cuando regreses a casa o tomando precauciones de ocultar dónde andas. 

Adiós, mundo: Está bien si silencias los grupos de Whats, pero viajando sola NO puedes apagar el celular o ponerlo en modo avión y desconectarte literal. Todo lo contrario, es recomendable que tengas el teléfono prendido todo el tiempo y que lleves una pila inalámbrica por cualquier emergencia. 

Foto: SplitShire / Unsplash

Hola, soy Lola y viajo sola: Vas a conocer personas durante ese viaje, en serio que se te acercarán a hablarte más de las que tú imaginas, pero no a todas les vas a dar información sobre ti, tu viaje y tu itinerario.

Luego de unos días de hospedaje los meseros, los trabajadores de los hoteles y hasta los huéspedes se dan cuenta que viajas sola, por ello te recomiendo que te quedes en hoteles seguros, aunque sean más caros. 

Estar sobria all time: Esta sí es regla de oro para las viajeras solas. No importa si estás en tu habitación encerrada o si estás dentro de un hotel seguro, no te recomiendo que bebas o te drogues porque debes estar alerta de ti y de tu seguridad, no hay nadie que te cuide. Mucho menos aceptes hacerlo con personas que conozcas durante el viaje, debes ser muy responsable y prudente.

Foto: vydumka / Pixabay

Planes de ermitaña: Si tu idea es aislarte e irte a perder a una montaña o acampar en el bosque NO es un plan para hacerlo sola. Ese viaje planéalo con amigos, tu pareja o en familia y déjalo para después. 

En ningún momento de tu aventura contigo misma te apartes por completo de la civilización y organiza tus recorridos en horas donde haya luz del sol. Tampoco te recomiendo trasnochar, a menos que vayas en un grupo de turistas con una agencia. 

El poder de tu intuición: Finalmente, el mejor consejo que puedo darte como viajera solitaria con experiencia es que siempre le hagas caso a lo que sientes, a lo que te vibra, a esa percepción que no podemos explicar pero que le llamamos corazonada. 

Si un lugar no te late o si las personas que te rodean te dan “mala espina” o algo dentro de ti te grita peligro o que no vayas, que no comas, que no aceptes, que no te avientes, NO lo hagas. 

Cuando viajas sola suceden un montón de cosas en tu persona, pero lo que considero más valioso es la madurez que se desarrolla para cuidar de ti misma, así como la valoración de las decisiones y las acciones propias.

¡Feliz viaje para una!

Pedí un taxi y me llegó un ligue sexy 

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En 1, 2, 3 X NOSOTRAS hablamos sobre amor, desamor, sexo, autocuidado, empoderamiento, sororidad y demás temas que nos importan a las MUJERES, pero mis historias de ligue son sus favoritas, eso lo sé por la cantidad de lectorías que registran. 

Mi columna más leída es mi historia sobre la vez que salí con un eyaculador precoz, si no la han leído, se las dejó AQUÍ. Así que estoy segura que esta anécdota sobre la vez que conocí al conductor más sexy de la CDMX y lo hice mi ligue, les va a encantar.

Como no manejo, nunca tuve talento para hacerlo, suelo moverme en taxis. Desde hace varios años prefiero los privados para sentirme un poco más segura; aún así extremo precauciones cada que voy a bordo y les recomiendo hacer lo mismo, compartan su ubicación en tiempo real y vayan atentas siempre con las manos desocupadas. 

Un día regresaba a casa del trabajo y pedí el taxi privado, desde que me aceptó el conductor me enamoré (risas nerviosas). Era un hombre con rasgos muy mediterráneos y tengo una fascinación por el Medio Oriente. 

Cuando llegó por mí y me subí a su auto, me “derretí” pues si ya se veía guapo en fotos, en persona estaba demasiado sexy. Era un tipo como de 1.80 metros, complexión media pero con brazos y espalda fuertes, se le marcaban ligeramente los músculos, con muchas cejas y pestañas largas, ojos grandes, piel canela, barba cerrada, labios gruesos, pelo en pecho… 

Stop a la descripción, era un Dios marroquí, se los juro; muy parecido a Sheikh Hamdan bin Mohammed bin Rashid al Maktoum, mejor conocido como Fazza, príncipe de Dubái. A continuación adjunto foto para que se den una idea de sus rasgos físicos. 

Foto: Instagram @faz3

Afortunadamente era un conductor amable, de los que te ofrecen agua y te preguntan qué música quieres escuchar. Me comenzó a hacer plática sobre si trabajaba en el periódico, ya que allí me recogió. 

Le pregunté si era árabe y le dio risa porque me contó que no era la primera vez que le decían que parecía “talibán”; pero que no, que su familia era mexicana aunque su abuelo sí le contaba que tenían sangre turca de sus antepasados; sin embargo, él creía que le echaba puras mentiras. 

Me dijo que él vivía en la Gustavo A. Madero con su mamá y su tía e incluso me contó que dormía con un osito de peluche que le habían llevado los Reyes Magos. No sé cómo llegamos a ese detalle tan íntimo. 

El camino a mi casa es muy corto, así que solamente platicamos eso, pero antes de bajarme le propuse que fuera mi chofer de confianza, pues yo tomaba taxi a diario. 

Claramente a mí no me gusta perder el tiempo y en esta vida si no se toman las oportunidades, llegan otros y te las quitan y yo quería ese ligue para mí.

Sí me dio su WhatsApp y así empecé a escribirle cada día al regresar a casa para que pasara por mí. La verdad es que con el paso de los días me di cuenta que no teníamos nada en común y que me aburría con las pláticas.

Foto: Foundry / Pixabay

No tenía muchos temas que conversar, normalmente me hablaba de su mamá, su tía y su rutina diaria. Pero a mí me seguía pareciendo hermoso y era un placer verlo, además de que regresaba a casa segura. 

Un día, no recuerdo en qué número de viaje, me propuso ir a cenar, quería invitarme unos tacos que le gustaban mucho, le dije que sí aunque me cayeran pesado y no pudiera dormir. Esa noche fue la primera que no me quiso cobrar el viaje y desde entonces nunca más lo hizo. 

Regresando a casa, le propuse ir por una cerveza el fin de semana, me dijo que sí pero que no tomaba nada de alcohol pero podía pedir agua.

La cita del fin estuvo básica, cena y más plática aburrida, entre más pasaban los días más silencios incómodos había entre nosotros y yo estaba cansada de ser la única que hablaba hasta por los codos. 

Pero bueno, ya estábamos allí y pensé que podía mejorarse la noche si lo besaba. Así que cuando llegamos de regreso a mi casa, cuando se bajó a abrirme la puerta, lo besé. 

Foto: drakcode / Pixabay

Fue un beso prudente, no hay mejor manera de describirlo. Lo invité a pasar a mi depa de soltera, pero me dijo que era tarde y estaba cansado. 

El fin de semana no nos vimos y al siguiente lunes que pasó por mí me saludó con un beso en los labios. Durante el camino me iba besando la mano. 

Antes de bajarme de su auto me preguntó si ya éramos novios y yo me espanté, de inmediato le dije que no, que estábamos conociéndonos pero que fuéramos lento. 

Pasaron un par de semanas y no pasaba de besitos, hasta que le pregunté si no tenía ganas de que tuviéramos sexo. Me dijo que prefería que ocurriera cuando ya fuéramos novios. NO es broma esto. 

Era la primera vez en mi vida que un ligue me decía algo así y, por supuesto, como no me lo esperaba, comencé a pensar que tal vez no le gustaba lo suficiente o que había algo raro en él o en mí. 

Mis intenciones de ligue con el sexy conductor se desmoronaron, pero él seguía atento, siendo mi chofer all time. Para ese momento ya amaba llevarme a todos lados: al mercado, al dentista, al banco… 

Me di cuenta que estaba muy cómoda porque tenía a un hombre muy disponible para pasar por mí a la hora que le dijera, pero no había más que eso. 

Foto: Shubham Dhage / Unsplash

Mientras esto pasaba conocí a un vecino y entonces comencé a enfriarme con él. Un día me llamó para decirme que estaba afuera del periódico, que me llevaba a casa. Bajé y nos fuimos, pero le conté que estaba conociendo a otra persona. 

Me abrió la puerta del auto, me dio un abrazo, me dijo adiós y esa fue la última vez que lo vi. Dejé de ver su foto en WhatsApp, pensé que me había bloqueado, así que le llamé y había cambiado su número de teléfono. 

Nunca más me lo he vuelto a topar en la app de taxis privados, supongo que si le he salido, no toma el viaje. 

Y así acabó este ligue tibio con el que encontré un chofer privado all time and free en vez de una aventura inolvidable.

Mujer, sáltate estas etapas con tu pareja

pareja

A estas alturas de la vida ya sabemos que una relación de pareja se va construyendo día a día y que no hay una fórmula para que sea exitosa. 

Cada día uno elige a la persona con la que desea compartirlo todo, sin importar los años que se tengan o que se lleven en la relación. 

Pero sí hay etapas que como mujer te recomiendo saltarte en una relación de pareja, pues son red flags de un amor tóxico que te prometo, no necesitas en tu vida.

Y con saltarte no me refiero a ignorarlas, sino a darles el cortón y salir de esos noviazgos que solamente terminan “secándote el corazón” y causándote traumas. 

Foto: Susan Wilkinson

Qué NO debes permitir en una relación de pareja

  • La etapa de enseñarle cómo tratarte bien: Si no cumple esto, entonces no tiene ni lo básico que se necesita para tener una relación sana. Los malos tratos, los gritos, las groserías, las humillaciones, los descuidos y las peleas constantes no valen tu energía, tu amor ni tu tiempo. 

  • La etapa de querer salvar o rescatar a tu pareja: Las mujeres solemos maternar a nuestras parejas y queremos resolverles la vida, pero eso ni nos corresponde y además es auto terrorismo a nuestra salud emocional. Tú no eres una ONG. 

  • La etapa en que te conformas a no recibir detalles: Todas las personas merecemos sentirnos amadas y los detalles son importantes (no siempre tienen que ser costosos o materiales). Si bien hay personas que no son tan “empalagosas”, alguien enamorado hace sentir a su pareja valorada. No te acostumbres a no recibir muestras de cariño. 

Foto: Sydney Sims / Unsplash
  • La etapa de dejar de ser tú para agradarle a tu pareja: Al inicio de un noviazgo es común que seas más paciente, amorosa, detallista, complaciente y prudente porque estás en modo conquista, esto es normal y está bien. Pero dejar de hacer cosas que disfrutas o callarte por temor a que no le gustes a tu pareja es lo peor que puedes hacerte a ti misma. Quien te quiere no te condiciona, nadie merece que te elimines con tal de agradarle. 

  • La etapa en la que le dices qué te lastima y no hace nada para cambiarlo: Durante la relación habrá cosas que no te gustarán de tu pareja y debes decirle cuáles son para que no se repitan. Pero si hace cosas que te lastiman y las repite sin importarle tu sentir, es la razón más poderosa para saltarte a esa persona porque con ella no serás feliz. 

Algún día una de mis mejores amigas me dijo que una pareja debe tratarte como si fueras su premio ganado en esta vida. Así que la etapa que recomiendo NO saltarte en una relación es la de sentirte amada, valorada, escuchada y correspondida por tu amorcito. 

¿De qué está hecha una mamá?

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El 10 de mayo en México se celebra el Día de las Madres y este año nos cayó en viernes de 1, 2, 3 X NOSOTRAS, por eso es que la columna de esta semana quiero dedicarla a ti mamá.

Cualquier homenaje que se haga a mamá -incluido bailarle el “ratón vaquero”- siempre quedará corto al igual que las palabras: “GRACIAS” y “TE AMO” para expresar lo que sentimos por ella. 

Mamá, ¿con qué te pagamos el darnos la vida y enseñarnos a vivir cobijadas de tu amor?  

Mamá mujer, eres el portal elegido para crear un ser humano y traerlo al mundo, tu cuerpo perfecto se transforma durante 9 meses para lograrlo y sólo en ti está la decisión de hacerlo.

Foto: Joel Muniz / Unsplash

Soy hija y desde esta perspectiva me puse a reflexionar: ¿de qué están hechas las mamás? Y después de pensarlo y pensarlo… llegué a la siguiente fórmula: 

  • De decisión
  • De amor
  • De inteligencia
  • De valentía
  • De fuerza
  • De paciencia 
  • De perseverancia
  • De ingenio 
  • De tolerancia a la frustración
  • De creatividad 
  • De resiliencia 
  • De poder 
  • De independencia 
  • De miedos
  • De errores
  • De bondad 
  • De ilusión
  • De sueños
  • De sabiduría 

Una mamá lo mismo es un cálido rayo de sol, que un shot de energía en los días tristes o un lugar seguro al que siempre se puede volver para sentirse refugiada. 

Foto: Jon Tyson / Unsplash

Gracias por sus miles de horas de sueño y preocupaciones, por desarrollar múltiples habilidades y ser enfermera, maestra, entrenadora, chef, costurera, carpintera y coach al mismo tiempo y por hacer de este mundo un lugar mejor para sus hijos. 

Gracias por su amor puro y único en el mundo y por ser los seres vivos más especiales de todo el universo. 

Una mujer es capaz de ser lo que ella quiera, incluyendo ser mamá. Y una mamá es capaz de ser lo que ella quiera pero maternando parte de su ser y de su corazón en otra persona. 

Felicidades a todas las mamás y en especial a la mía. Gracias Vivi por darme la vida y por enseñarme a ser una mujer fuerte y resiliente que nunca se rinde. 

¡Gracias, mamá!

Las mujeres también tenemos fantasías sexuales

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Es completamente normal que una mujer tenga fantasías sexuales; sin embargo, es más probable que las repriman a que las hagan realidad debido al temor de ser juzgada.

Es tristísimo que todavía haya mujeres que se callen por miedo, que no hagan nada porque su voz sea escuchada, y no me refiero solamente a sus deseos sexuales, sino a su vida en general.

Creo que la liberación femenina comienza con nuestra sexualidad y así como de los cuerpos ajenos no se habla, cada mujer decide cómo se viste y con quién se desviste. Es su asunto y de nadie más y eso no la define como persona. 

Las mujeres tenemos fantasías sexuales antes que los hombres, esto debido a que biológicamente nuestros cuerpos maduran antes, nos desarrollamos primero. NOSOTRAS vamos un paso adelante de ellos y la ciencia no miente. 

Foto: Romina Farías / Unsplash

Es importante aclarar que una fantasía sexual no significa perversidad o hacerlo en un avión, cada persona tiene sus propios deseos y pueden ser cosas tan sencillas como un momento erótico con tu pareja, con tu crush, con un amig@ o con un vecin@.

Pero también es posible que puedas tener fantasías sexuales en las que sólo tú eres la protagonista, es decir, experimentar la masturbación, la autoexploración del propio cuerpo. 

¿Has cumplido alguna fantasía sexual?, ¿te has sentido cómoda de compartirla con tu pareja?, ¿te has cachado fantaseando y has reprimido ese pensamiento porque sientes que no es moral?

Foto: Danielle Dolson / Unsplash

Las diferencias de las fantasías de las mujeres vs. las de los hombres?

Los hombres son visuales y su excitación es a través de los genitales; mientras que las mujeres somos más auditivas y sensitivas y nuestra excitación no sólo se centra en las zonas erógenas.

Por ello es que las fantasías sexuales de NOSOTRAS se centran más en escenarios y en contextos que en actos, actividades o posiciones, como las de los hombres.

En las fantasías sexuales es como si las mujeres fuéramos las guionistas de las películas, las que se encargan de crear toda una atmósfera para armar una escena. 

Es importante aclarar que no hay fantasía mejor que otra, todas son válidas y no se pueden comparar ni son competencia. 

Nadie puede obligarte a cumplir una fantasía sexual e igualmente tú no puedes forzar a los demás. 

Foto: Skyler King / Unsplash

¿Cuáles son las fantasías sexuales más comunes en las mujeres?

Investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de Quebec realizaron una encuesta para saber cuáles eran las fantasías sexuales con las que más sueñan las mujeres y los hombres. 

Según dicha investigación estas son las más comunes en las mujeres: 

1. Tener sexo en un lugar romántico.

2. Tener relaciones sexuales con un desconocido. 

3. Participar en una experiencia en la que reciba sexo oral.

4. Ser masturbada por su pareja. 

Foto: Wei Ding / Unsplash

Y las siguientes son las más comunes en los hombres, se las pongo solamente por el chisme y para que se den cuenta lo diferente que concebimos el deseo sexual, por eso hay que pedir, hay que saber decir lo que queremos en la cama, mujeres.

1. Hacer un trío, su pareja y una mujer conocida. 

2. Terminar sobre su pareja.

3. Participar en una orgía.

4. Tener sexo con una mujer desconocida. 

Las mujeres tenemos derecho a disfrutar nuestra sexualidad, a hacer realidad nuestros sueños y nuestras fantasías más hot. 

Así que espero que cumplas todas tus fantasías sexuales y que eso te haga sentirte una mujer más libre.

Qué te hace sentir una mujer empoderada 

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Ser una mujer empoderada puede significar varias cosas pero creo que todas van a coincidir en “ser una mujer libre”. 

El concepto de empoderamiento femenino surgió en 1995 durante la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing para definir “el aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en todos los ámbitos de su vida y de su sociedad”.

Le pregunté a mujeres que me rodean, que admiro y que me inspiran, lo que a ellas las hace sentirse empoderadas y esto fue lo que me respondieron. 

Soy Jessica y soy una mujer empoderada

“Me siento empoderada cuando me siento libre de decir, hacer, pensar, sentir, decidir, opinar, dar y exigir. Siempre con responsabilidad, pero al final libre y esto aplica tanto en mi vida personal como en mis negocios”, Jessica de la Cruz.

A Jessica la conocí en la universidad y es una de las mujeres que más quiero y admiro. Es una reina Midas de los negocios, sus ideas son brillantes por eso sus proyectos los convierte en un éxito. No quería trabajar por los sueños de los demás, así que se aventuró a emprender para vivir de los suyos. Hoy es una mujer que genera empleos. 

Foto: SIncerely Media / Unsplash

Soy Leslie y soy una mujer empoderada

“Me siento empoderada cuando reconozco que soy capaz de alcanzar mis sueños más profundos, pero también cuando me permito ser frágil, cuando soy paciente conmigo misma y aprendo a lidiar con mis inseguridades.

“Me empodera amar y permitir que me amen, saberme poderosa y, al mismo tiempo, no le temo a reconocer mis miedos y mis tristezas. Me empodera saber que puedo fallar pero nunca voy a dejar de intentar”, Leslie Santana.

A Leslie la conocí por el ámbito laboral y con ella formé el mejor equipo de trabajo que he tenido hasta ahora. Admiro su pasión por el periodismo y su energía para hacer que las cosas sucedan. Es parte de mi tribu y cada que la veo me da mil años de vida.

Foto: Markus Winkler / Unsplash

Soy Xóchitl y soy una mujer empoderada

“¿Qué me hace sentir una mujer empoderada? El poder decidir sobre mí, sobre mi vida, el tener independencia económica, el hacerme responsable de mi salud física y mental, y así tener las suficientes herramientas para tomar mejores decisiones, no solo en lo profesional, sino en lo emocional.

“También el intentar con cada una de estas decisiones romper los paradigmas socialmente impuestos sobre temas relacionados con las mujeres, a pesar de lo difícil que es en un país con un machismo arraigado hasta el inconsciente.

“El buscar otras formas de organización social, como tener una red de apoyo, además de mi familia, a la cual poder acudir si lo necesito, y con la cual puedo compartirme y ser contenida, sin sentirme juzgada.
El decidir que el éxito es tener una vida tranquila, estable y con más momentos de felicidad”, Xóchitl Díaz.

Xo es mi amiga desde la adolescencia y la admiro por su libertad, su fortaleza, su rebeldía y porque es la mujer más feminista que conozco desde antes de que en México se socializara este concepto. Desde que la conozco ha hecho lo que ha querido.

Foto: Unsplash

Soy Selene y soy una mujer empoderada

“Creo firmemente que el lenguaje crea y transforma, (no en vano soy periodista). Que la vida son decisiones y que nuestras pasiones nos hacen únicas. Mientras te reconozcas y estés dispuesta a abrazar tus debilidades y fortalezas, tienes mayor oportunidad de hacer realidad la vida que tienes proyectada.

“Puede sonar trillado, pero siempre hay alguien observando. A veces yo misma, orgullosa o crítica; mi niña interior u otra mujer que se refleja en mis pasos. No hay que perder la ocasión de hacer que tu voz se escuche. 

“Sin duda las mujeres de mi familia son cruciales en mi vida, pero también mis amigas y mis compañeras de profesión. En ellas tengo un oasis de confianza, conocimientos, retroalimentación, aprendizaje y escucha continúa. Y es un honor hacer camino hombro a hombro en la vida”, Selene Alonzo.

Selene es mi colega, el mundo periodístico nos presentó y la he visto crecer, superarse, retarse y lograr sus metas. Quiero seguirla viendo empoderarse y siendo un ejemplo y estandarte para las demás. 

Foto: Kristin Wilson / Unsplash

Soy P y soy una mujer empoderada

“La independencia financiera es la clave. Saber que puedo tomar decisiones, comprar lo que quiera y pagar mis deudas gracias a mi esfuerzo y trabajo me da mucha alegría y paz”, P. Rodríguez.

Aunque estudiamos en la misma universidad, la vida nos volvió a presentar tiempo después. Ella me inspira porque pese a que la vida le ha cambiado la jugada por completo en varias ocasiones, encuentra la manera de siempre ganar el juego; además que es la mejor definición de mujer financieramente independiente.

Foto: Kelly Sikkema / Unsplash

Soy Eugenia y soy una mujer empoderada

“No sé si es empoderada… pero lo que me hace sentir poderosa son los grupos sororos con los que he tejido redes de amor y apoyo. Me siento acompañada y sostenida cuando me rodeo de mujeres fuertes y sensibles, guerreras y cuidadoras, ellas me hacen sentir que pertenezco a algo más grande que yo misma, eso me da capacidad y aliento para seguir adelante en cualquier circunstancia. 

“Sin duda las amigas salvan vidas y yo he salvado y ellas me han salvado. Juntas somos superheroínas”, Eugenia Correa.

Eugenia fue mi jefa, una de las mujeres que creyó en mí y en mi trabajo y a la que le aprendí un montón de cosas. Admiro su profesionalismo, su inteligencia y su cultura, pero también su fortaleza para sacar adelante a sus hijos. Está criando a grandes hombres en los que tus hijas podrán confiar. 

Foto: Melissa Askew / Unsplash

Soy Laura y soy una mujer empoderada

“¿Qué me hace sentir empoderada? Creo que lo resumiría en un verbo: decidir. Tener la capacidad y libertad de hacerlo. Decidir sobre lo que quiero o no en mi vida: desde lo más relevante hasta lo más cotidiano. Decidir si eres personaje, narradora, lectora o toda la jodida historia. Pensar-sentir-tomar mi decisión y aceptarla (y a veces también cambiarla). 

“Considero que somos parte de una generación de mujeres que tienen una capacidad de decisión en muchas áreas, lo cual sería imposible sin la pelea que han dado miles de mujeres a lo largo de la historia. Valoro esa lucha y trato de honrarla”, Laura Islas.

Trabajé con Laura varios años y me enseñó cosas que me servirán toda mi vida profesional. A pesar de que no estábamos en el mismo equipo, siempre la sentí una aliada y una mujer admirable e inspiradora, de esas que quieres y necesitas en tu tribu. 

Foto: Kelly Sikkema / Unsplash

Soy Silvia y soy una mujer empoderada

“Soy Silvia, tengo 38 años, soy médico especialista en Anestesiología con una maestría en Administración de Hospitales y Salud Pública. Mi amiga (autora de esta columna) me preguntó ‘¿qué me hace sentir una mujer empoderada?’

“La realidad es que nunca me lo había cuestionado, considero que he sido una mujer afortunada al vivir en esta época dado que mi ‘voz’ siempre ha sido escuchada, recuerdo que desde mi infancia mis opiniones eran tomadas en cuenta, no sólo por mi familia, sino por las demás personas con las que conviví como amigos o maestros.

“Al inicio me presenté con títulos como normalmente lo haría en congresos, ponencias o clases; pero ahora sólo quiero decir que soy Silvia y me siento una mujer empoderada por el simple hecho de ser una persona que reconoce su valor, que se hace escuchar y que ha cumplido todos los objetivos que se ha propuesto; aunque sigo trabajando por más, hasta ahora me siento satisfecha conmigo misma”, Silvia Ramírez.

A Silvia la conocí en la preparatoria, era una alumna brillante y desde entonces sabía lo que quería hacer en la vida, sus decisiones siempre han sido firmes y es la persona más coherente con sus decisiones. Es una de mis mejores amigas.

Foto: Brooke Lark / Unsplash

Soy Vanessa y soy una mujer empoderada

Yo me siento una mujer empoderada al ser independiente, al tomar cada decisión, al vivir en libertad y al lograr tener puestos laborales importantes que antes eran dominados por hombres.  

Y a ti, ¿qué te hace sentir una mujer empoderada? Quiero leerlas porque al responder harán una reflexión hermosa sobre todo lo que han logrado. 

Qué es el feminismo y porqué no es la cancelación de los hombres

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Hace unos días en una reunión con mujeres colegas tocamos el tema sobre cómo algunas personas o grupos han desvirtuado el feminismo, alejándolo de su origen y de su objetivo, por eso es que hoy quiero recordar qué es, cuándo y para qué surgió.

Y también considero prudente aclarar lo que NO es; el feminismo no es una cancelación de las mujeres a los hombres. No es un femininazismo y, por lo tanto, las mujeres NO somos feminazis.

Cuándo surgió el feminismo

El feminismo se inició formalmente hasta finales del siglo XVIII. La escritora y filósofa francesa Olympe de Gouges (su seudónimo era Marie Gouze) es considerada la principal precursora ya que en 1971 publicó la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”.

En su escrito se pronunció en contra de la desigualdad de los derechos civiles de las mujeres que los hombres sí tenían. Lamentablemente fue condenada a morir en la guillotina por su activismo.

Un año después de la publicación de ese primer “manifiesto feminista”, la escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft (mamá de Mary Shelley, autora de “Frankenstein”) publicó el artículo llamado “Vindicación de los derechos de la mujer”.

Foto: Giacomo Ferroni / Unsplash

En este texto afirmaba que la diferencia entre los derechos de los hombres y las mujeres no era algo natural sino cultural, un sesgo creado por el mismo hombre, y pedía la igualdad entre ambos sexos. Es por ello que es considerada la madre del feminismo.

Pero como movimiento colectivo, el feminismo inició en Nueva York en 1848, demandando la igualdad de género, la no discriminación y el reclamo al derecho del voto.

Este movimiento comenzó a expandirse a otras ciudades y luego a otros países. En México este movimiento ha tomado fuerza la última década ante un despertar necesario y desesperado por el aumento de violencia de género y de feminicidios.

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Foto: Unsplash

Qué es el feminismo

Es una toma de conciencia de las mujeres ante la desigualdad de derechos civiles, políticos, educativos, económicos, patrimoniales y sexuales.

La Real Academia Española lo define como el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.

“El feminismo es la lucha por la equidad de género y por el reconocimiento de las mujeres como personas físicas y sujetos de derecho… además, este movimiento también lucha por la eliminación de la violencia contra la mujer”, define la ONU Mujeres.

Así que decir que este movimiento busca cancelar al género masculino, que es una guerra de las mujeres contra los hombres o que es la búsqueda de que el género femenino domine, son totales desvirtuaciones del movimiento.

Aunque actualmente se han establecido distintos tipos de feminismo (radical, liberal, interseccional, cultural, socialista, posmoderno o comunitario), su objetivo es lograr una igualdad, una equidad de género.

Foto: Vanessa Pérez

Somos mujeres exigiendo la igualdad que merecemos por ser personas. No es buscar beneficios, ni tampoco una lucha de poder de género, es la justicia por tener lo mismo porque los derechos no deberían tener género.

Por ello ser feminista se puede ver así:

  • Soy feminista y no quiero tener hijos.
  • Soy feminista y sí quiero tener hijos.
  • Soy feminista y no quiero casarme.
  • Soy feminista y sí quiero casarme.
  • Soy feminista y estoy en contra del aborto.
  • Soy feminista y estoy a favor del aborto.
  • Soy feminista y no quiero ser ama de casa.
  • Soy feminista y quiero ser ama de casa.
  • Soy feminista y no creo en la religión.
  • Soy feminista y creo en la religión.

El feminismo también es respetar la elección de cada mujer sobre su vida.

Estoy en la edad en la que soy colágeno y sugar mommy a la vez

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Estoy a un mes de cumplir 39, la antesala de los 40, de subir un “piso” más en la edad y en la experiencia. Les confieso que no sé si estoy lista para llegar a ese momento, así que pienso disfrutar con todo mi último año de treintas. 

Pero mientras eso sucede me puse a pensar que en realidad me encuentro en la mejor de mis etapas en todos los sentidos. Yo no creo que los 40 sean los nuevos 30, son los 40 y eso está bien.

Es maravilloso llegar a esa edad con tantos sueños cumplidos y con más por cumplir, no tenemos porqué sentirnos agobiadas por la presión social de envejecer, es un proceso natural y cada etapa debemos gozarla. 

Regresando a la reflexión de que en este umbral entre el final de los treintas y el inicio de los cuarentas todo se pone más interesante y sabroso, mis amigas y yo nos dimos cuenta de que en este momento podemos ser colágeno y sugar mommy a la vez. 

Foto: Womanizer Toys / Unsplash

En ambos casos ganamos como siempre, como dice Santa Belinda. A nuestra edad nos volvemos mujeres interesantes para los jóvenes entre los 20 y los 25 que buscan experiencia y NOSOTRAS ganamos un “refresh”. 

Pero también nos volvemos atractivas para los mayores de 50 que ya pasaron por nuestra edad y saben que estamos en nuestro mejor punto sexual para seguir sumando experiencias.

En esta etapa nos conocemos mejor, así que por ello podemos experimentar relaciones con mayor calidad tanto de pareja como sexuales. Y es justo el momento clímax en la vida sexual de una mujer, pues llegando a los 50 el deseo disminuye. 

Esto ocurre porque nuestro cuerpo se prepara para la siguiente etapa, la de la menopausia; sin embargo, que el deseo sexual baje no quiere decir que se acabe. 

Ya en otra columna les hablé sobre el clítoris, que no envejece como nuestro demás organismo, así que los orgasmos estimulando este órgano son igual de placenteros a los 20 que a los 80. Si te la perdiste, AQUÍ puedes leerla. 

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Y para terminar de reforzar mi reflexión están los resultados de un estudio realizado por la app anticonceptiva Natural Cycles, que reveló que los 36 son la edad en que las mujeres tenemos el mejor sexo de nuestras vidas.

Esto se relaciona con la confianza, el conocimiento y el nivel de líbido de nuestro cuerpo durante esta edad. ¡Qué vivan los treintas! Espero que sigamos siendo tribu para poderles contar mis experiencias al entrar al cuarto piso.

Conversaciones que debes tener al inicio de una relación de pareja

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En uno de los capítulos del podcast “Se regalan dudas” de Lety y Ash escuché decir que para tener una relación de pareja sana había que tener conversaciones incómodas. No podría estar más de acuerdo con eso, pues creo que si desde el inicio ambas personas se presentan tal cual son, se evitan corazones rotos más adelante. 

¿A qué se refiere eso de tener conversaciones incómodas? Algo tan sencillo como preguntarle al otro “de qué va” para saber si están en la misma sintonía y si quieren estarlo. Algunos temas que dos personas deberían hablar antes de iniciar una relación de pareja son: 

  • ¿Te sientes disponible emocionalmente?
  • ¿Quiéres comenzar una relación de pareja en este momento?
  • ¿Cuáles son tus metas a futuro?
  • ¿Qué cosas te han lastimado de tus anteriores relaciones?
  • ¿Cuáles son tus NO NEGOCIABLES en una relación de pareja?
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  • ¿Qué es lo que te gusta de una relación?
  • ¿Cómo te gusta expresar el amor?
  • ¿Qué opinas de la fidelidad y la monogamia? 
  • ¿Qué importancia tiene el sexo en tu vida? 
  • ¿Cuáles son tus NO NEGOCIABLES en el sexo?
  • ¿Qué importancia tiene el dinero para ti en una relación de pareja?

Todos estos temas que deberían ser normalizados se han estigmatizado e incluso algunos siguen siendo tabúes y nos va peor a las mujeres si los cuestionamos, pues se nos juzga de ser locas o intensas y hasta urgidas. 

Estas preguntas son un gran inicio para seguir conociendo a la persona con la que empezaste a salir en plan romántico y a la que le ves potencial para que se convierta en tu próxima pareja. 

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Te sugiero que busques un lugar privado y tranquilo para tener esta conversación, aunque te aviso, te anuncio, como dice Shakira, que la incomodidad estará, pero la diferencia la harán las ganas de ambos, de querer abrirse y sincerarse para que nadie salga raspado después. 

Si logran tener esta primera conversación incómoda será el mejor comienzo de su relación pues las que vengan serán con mayor confianza porque ya habrán “roto el turrón”.

¿Cuándo es el momento ideal para tener esta conversación? Definitivamente no será en la primera cita. Este tipo de preguntas te ayudan a comenzar una relación de pareja, entonces sucederá si comienzas a ver a alguien frecuentemente, las cosas van fluyendo bien y sientes que estás encariñándote. 

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No puedo darte un tiempo porque no lo hay, pero tú sabrás cuándo sientas que estás dispuesta a comenzar una relación con esa persona con la que estás saliendo.

Esta primera conversación incómoda puede terminar de dos formas: 

  1. Que tu ligue te diga que no quiere una relación de pareja, que no es el momento o simplemente que te des cuenta que sus planes de vida y sus usos y costumbres del amor a ti no te laten ni te checan. 
  1. Que ambos se den cuenta que están parados en el mismo lugar, que quieren construir las mismas cosas y que están dispuestos a seguir fluyendo y construyendo el amor. 

Spoiler! En cualquiera de ambos escenarios tú ganas. Si te toca vivir el escenario 1 será tu decisión seguir bajo las condiciones que se hablen y establezcan pero sabiendo que no vas a tener una relación de pareja con la persona, lo que eventualmente te terminarán rompiendo el corazón. ¡Sobre advertencia no hay engaño!

Y si te toca vivir el escenario 2, entonces lograrán tener todo muy clarito para seguir dejándose fluir a construir un vínculo sano en el que la comunicación sea fundamental y puedan hablarlo todo. 

Por qué la primavera nos pone más hot a las mujeres 

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¿Has notado que cuando ovulas aumenta tu deseo sexual? Pero no sólo en ese momento sucede, también durante el embarazo y en la primavera, así como lo lees. Las mujeres vivimos subidas y bajadas de hormonas all time a lo largo de nuestra vida y una cosa es la que hace que lleve a la otra, es decir, el aumento en nuestras hormonas nos pone más hot. 

Durante la primavera florecen los árboles de jacarandas y de ellas proviene el término coloquial “jacarandosa”, que hace referencia a una persona alegre, chistosa, desenvuelta y coqueta. 

Por eso es que dicen que durante esta estación nos ponemos más jacarandosas; mentira no es y tiene una explicación fisiológica que le ocurre a todos los mamíferos con la llegada de la estación más calurosa del año, especialmente a las mujeres. 

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¿Qué pasa durante la primavera con nuestros cuerpos?

El aumento de la vitamina D, proveniente del sol, hace que nuestro organismo beneficie la liberación de: dopamina (hormona del placer), oxitocina (hormona del amor), feromonas (hormonas de la atracción), serotonina (hormona del estado de ánimo) y noradrenalina (hormona antiestrés).

Al aumentar la segregación de todo este cóctel de hormonas es que también se elevan las ganas de tener sexo. Un reciente estudio realizado por una app de citas para mujeres, y difundido por condones Trojan, reveló que el 65% de las mexicanas con vida sexual activa tienen mayor inclinación a tener sexo en los días cálidos. 

A este aumento de la líbido se le conoce como “fiebre primaveral” que además de producirse por los efectos del sol en el cuerpo, también lo hace porque al tener más luz durante el día, las mujeres y las personas en general solemos estar más activas y motivadas. 

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El estudio “La estacionalidad en la reproducción humana”, realizado por la Universidad de Oxford, comprobó que en los países fríos del Norte, la tasa de concepción disminuye durante los meses oscuros de invierno y aumenta durante los días de sol, como el verano y la primavera

Y no sólo es el deseo sexual el que nos aumenta a las mujeres durante la primavera, sino también nuestro cuerpo mejora en la excitación y la lubricación, lo que mejora notablemente las relaciones sexuales. 

Ahora que sabemos esto: ¡bienvenida primavera! A disfrutar de todas sus bondades y de la vitamina D que es muy benéfica para nuestro organismo. 

Solamente no olviden cuidarse para evitar enfermedades e infecciones de transmisión sexual, así como embarazos no deseados y disfruten más de su placer y de todos los beneficios de tener sexo, si no sabes cuáles son, lee AQUÍ.  

Red flags contigo misma

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¿Qué son las red flags? Este término se popularizó en redes sociales para definir señales de alarma en una relación -ya sea familiar, amorosa o laboral-, y a partir de ellas establecer límites sanos. Son como las tarjetas rojas del futbol pero en las relaciones interpersonales. 

Cuando detectamos red flags, entonces hay que expulsar comportamientos, conductas o personas de nuestras vidas en nombre del amor propio y la salud emocional y física. 

Puede ser más sencillo comenzar a detectarlas en nuestras relaciones con los demás, pero cuesta mucho cuando se trata de NOSOTRAS mismas, aunque debería ser al revés, pues siempre seremos nuestra relación más importante. Si quieres leer mis 10 mandamientos de amor propio, dale click AQUÍ

Nunca es tarde para mejorar y para romper conductas, creencias y limitantes socioculturales que no nos benefician, que van contra la evolución humana. Por ello quiero que hablemos sobre las red flags con NOSOTRAS mismas.

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¿Abusas de ti misma?

¡Qué pregunta tan fuerte! Sin embargo, es muy necesario responderla con sinceridad, porque solemos exigirnos tanto que terminamos drenadas y con cero autoestima. Ya les hablé en otra columna sobre por qué las mujeres nos exigimos mucho, puedes leerlo AQUÍ

Estas son algunas conductas comunes que son red flags contigo misma: 

  • La complaciente: Define a las mujeres que priorizan las necesidades de los demás, que quieren darle gusto a todo el mundo y les cuesta decir que no. ¿Cuántas veces has preferido quedarte en casa a descansar en vez de ir a una fiesta? Pero no lo haces porque te da miedo que se enojen contigo o el qué dirán. ¿Te das cuenta lo normalizado que tenemos no poder decirle NO a los demás para que no se ofendan?
  • Quiero ser tú: Vivimos comparando nuestros cuerpos, nuestra estética, nuestros rasgos físicos, nuestros talentos, el poder adquisitivo y hasta la edad. ¡Basta! En el momento que entiendas que eres única e irrepetible, la vida te cambiará.
  • Bodega de sentimientos: El cuerpo no es una alacena de emociones y si lo usas así, te juro que se “echarán a perder” allí dentro y se terminarán manifestando en enfermedades que pueden ir desde leves hasta graves. No expresar lo que sientes y guardarte rencores y resentimientos es muy tóxico. 
  • La negativa: Si eres de las que piensan en los escenarios más catastróficos cada que se les presenta una situación complicada o no agradable, vibras en negativo. Lo único que haces con esto es sabotearte; además una atrae lo que cree. ¡Aguas!
Foto: Counselling / Pixabay
  • ¡Qué miedo!: Enfrentarte a lo desconocido genera incertidumbre y temor, pero justo atreverte a vencerlo es lo que te lleva a vivir tus sueños, a saltar el “charco” de la zona de confort. Recuerda que del otro lado de tus miedos está todo lo que deseas. 
  • No poniéndote límites: Tú misma sabes lo que te hace bien y lo que no y hablo de cosas tan rutinarias como trabajar más horas de la cuenta, no comer a tus horas, no descansar o abusar de los vicios.
  • Control freak: Querer controlarlo todo y a todos es una de las red flags más tóxicas. Acepta que hay cosas que no están en tus manos y, por lo tanto, déjalas fluir. ¡Suelta, mujer!
  • El silencio de la inocente: Callar por pena o miedo y no preguntar es reprimirte. Si no te saben escuchar, entonces esa es una red flags con la otra persona, pero no quedó en ti. 
  • Culpable soy: Pedir perdón por cosas que no hiciste o asumir que los cambios de actitud de los demás son tu culpa es de lo peor que te puedes hacer. 

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  • Terminar vínculos tóxicos: Cuando notes que alguien abusa de ti, no te quedes, no mantengas a esas personas en tu vida incluso si son de tu familia. No te dejes controlar, manipular o herir, no eres un juguete. 
  • El síndrome de la impostora: No creer en ti misma y no sentirte merecedora de amor, éxito, dinero… es la red flag más letal que te puedes poner. 
  • Tiempo para ti: Si no te das tiempo de calidad a ti misma, entonces te estarás alejando de aquello que amas y te da paz. 

Si detectaste alguna o varias red flags que tú solita te has colocado, entonces es momento de hacer cambios en tus comportamientos. Las relaciones se construyen día a día, así que nunca es tarde para comenzarte a amar, procurar, priorizar y construir tu mejor versión.

Succionadores de clítoris, gracias por existir 

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Hace un par de semanas fui a un show de stand up de la comediante Corina del Carmen, quien habló sobre los succionadores de clítoris, porque claro que son lo último en juguetes sexuales para mujeres y claro que está bueno probarlos. 

Estos aparatitos vibradores están dejando a un lado a los dildos pues al estimular directamente el clítoris logran el máximo placer sexual hasta llegar al clímax.

Primero pensé que una mujer había inventado estos succionadores, pues qué mejor que una de NOSOTRAS para saber lo que necesitábamos, pero no fue así, lo inventó un hombre que al menos sí sabe dónde lo tenemos. 

El alemán Michael Lenke lanzó el primer modelo de succionador en octubre de 2014 y de allí se popularizó en otros países hasta que llegó a México. 

En el show de stand up, la comediante decía que una mujer actual sólo necesita un gato y un succionador de clítoris para ser feliz, pues éstos no te engañan, no te llevan la contraria y sí saben darte orgasmos. Y yo no puedo estar más de acuerdo con ella. 

Foto: Womanizer toys / Unsplash

Cómo funcionan los succionadores de clítoris

Se colocan sobre el clítoris y al encenderlos generan ondas vibratorias que funcionan como un vaivén que van estimulando la cabeza del órgano hasta llegar al orgasmo. 

Estos juguetes tienen diferentes velocidades para ir subiendo el nivel mientras te vas excitando e incluso algunos ya hasta se pueden manejar por una app desde tu celular, para que literal tengas manos libres o que tu pareja lo pueda controlar mientras tú disfrutas. 

El clítoris tiene forma de bulbo y mide entre 7 y 12 centímetros de longitud, aproximadamente. Lo que vemos solamente es un pequeño botón que es la cabeza, pero el resto se encuentra dentro de la vagina. 

Cuando se tiene un orgasmo, este órgano sufre una erección causada por la irrigación sanguínea por lo que aumenta su tamaño, se endurece y también provoca que los labios vaginales se oscurezcan. Es decir, el clítoris y el pene serían órganos homólogos del placer. 

Sin embargo, el pene tiene otras funciones mientras que el clítoris solamente existe para producir placer y puede tener varios orgasmos, no solamente uno. 

Foto: KlausHausmann / Pixabay

Uno de los principales mitos sobre los orgasmos femeninos es que solamente sucedían con la penetración, pero son más los que ocurren por la estimulación de este botón femenino. 

Solamente el 30% de las mujeres han tenido un orgasmo a través de la penetración; mientras que el resto ha necesitado de la estimulación del clítoris o de otras zonas erógenas para lograrlo, según datos dados por Virginia Barragán, académica de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM. 

Termina de leer esta columna, toma tu celular y encarga un succionador, será la mejor inversión que harás en tu vida, recuerda que tu placer no tiene precio; además actualmente los encuentras desde menos de mil pesos. 

Aquí estamos a favor de los orgasmos femeninos y de todo lo que nos ayude a tenerlos, por eso es que les ponemos 10 de 10 a los succionadores; cuánta falta nos hicieron todos estos siglos de historia, ya nos tocaba que pensaran en NOSOTRAS y en nuestro placer sexual. 

Foto: Malvestida / Unsplash

Lo que debes saber sobre el clítoris 

  • Su nombre proviene del griego kleitoris que significa “pequeño monte”.
  • Posee más de 8 mil terminaciones nerviosas sólo en la cabeza (parte externa), el doble de las que tiene el pene. 
  • Las mujeres somos los únicos seres vivos que nacimos con este órgano cuya exclusiva función es generar placer. 
  • No es broma, fue hasta 1998 que la uróloga alemana Helen O’Connell detalló su anatomía completa. Hay hombres que siguen sin saber dónde está, ni cómo se estimula. 
  • Es el centro del placer de toda mujer y nunca envejece, funciona igual a los 20 que a los 80. 

8M: El día que las mujeres no nos vemos más bonitas calladitas

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No más silencio, no más violencia, porque calladitas no nos vemos más bonitas y hoy las mujeres vamos a salir a las calles a gritar, a exigir, a luchar por el alto a la violencia de género, a los feminicidios y a la desigualdad que vivimos día a día. 

Hoy 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, no es una celebración, es una fecha para levantar la voz, para luchar, para unirnos más entre NOSOTRAS y hacernos más fuertes. 

Durante siglos de humanidad hemos sufrido de desigualdad de género que, a su vez, desencadena abusos, violencia e injusticias. Pero ya no más, las mujeres de esta generación nos cansamos y empoderamos para pedir lo que merecemos, los mismos derechos que gozan los hombres, los mismos salarios, los mismos tratos, la misma seguridad, los mismos puestos de trabajo y las mismas oportunidades. 

Hoy todavía no lo hemos logrado pero vamos avanzando y, principalmente, vamos contagiando este despertar con las demás y con las generaciones menores, para que ellas sí puedan tener lo que NOSOTRAS no. 

AQUÍ el Violentómetro, que mide el nivel de violencia de género.

¿Por qué marchamos las mujeres hoy 8M?

  • Por presionar al Estado para que actúe ante la violencia que vivimos a diario las mujeres y el alto a los feminicidios.
  • Por el reconocimiento de nuestro género ante todos los derechos de los que sí gozan los hombres. 
  • Por el fin del patriarcado, el machismo y la misoginia. 
  • Por exigir la búsqueda de las mujeres desaparecidas. 
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  • Por el derecho al aborto seguro. 
  • Por nuestra libertad sexual. 
  • Por cambiar el rol de las mujeres en la sociedad. 
  • Por fortalecer el movimiento feminista y el amor y la sororidad entre NOSOTRAS. 
  • Por NOSOTRAS, por nuestras madres, por nuestras abuelas, por nuestras hijas, por nuestras amigas y por todas las mujeres que amamos. 

¿Por qué marcho el 8M?

  • Porque quiero salir a la calle sin miedo. 
  • Porque quiero dejar de preocuparme por regresar viva a casa. 
  • Porque quiero caminar tranquila sin sentirme violentada por los hombres con sus miradas, palabras o acciones. 
  • Porque quiero tener el mismo sueldo de los hombres que ocupan los mismos puestos de trabajo.
Foto: Vo Noticias / Unsplash
  • Porque quiero ser respetada no por ser mujer, sino porque soy un ser humano también. 
  • Porque quiero sentirme libre sobre mi cuerpo, mi vida y mis decisiones. 
  • Porque quiero que me deje de costar el doble de trabajo ascender laboralmente.
  • Porque quiero que el poder ahora esté en manos de las mujeres

Si hoy no podrás salir a marchar, NOSOTRAS lo haremos por ti. Y tenemos cada día para levantar la voz, para no quedarnos calladas y para seguir haciendo de esta lucha un cambio histórico. 

Mujeres, nunca más tendrán nuestro silencio. ¡Juntas somos invencibles!

Esta lucha también es por ti Vari, tu voz no fue callada por tu novio, haré que tu historia se conozca.

Lo que debes saber si es tu primera marcha del 8M

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En una semana será la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en el que se realiza la marcha del 8M en México, así como en varios países del mundo, para exigir equidad de género, el alto a la violación de los derechos de las mujeres y la erradicación de los feminicidios y de la violencia de género. 

En México la manifestación del 2018 fue histórica pues por primera vez fue masiva logrando una asistencia récord y desde entonces cada vez son más mujeres las que se han unido al movimiento feminista. Aunado a esto, también por primera vez se conmemoró el 9M, el Día Internacional sin NOSOTRAS, una protesta que consistió en que las mujeres nos quedáramos en casa sin hacer nada, alejadas de los celulares y las redes sociales para simular qué sería del mundo si dejáramos de existir todas. 

Desde esa protesta feminista histórica, que se llevó a cabo en 2 días, he salido a marchar, a exigir lo que merecemos: seguridad, validación, reconocimiento y equidad. 

Si tú nunca has asistido a una marcha del 8M y este año quieres unirte a la marea morada con todas NOSOTRAS, te dejo algunas recomendaciones para tu primera vez, pero antes quiero que sepas que esa experiencia te causará sensaciones únicas más allá de la sororidad. 

Ser parte de la marcha del 8M te hace sentir poderosa, importante, valiosa, inspiradora, fuerte, guerrera, histórica e imparable. Hay un choque de emociones que lo mismo te hacen llorar de rabia y tristeza por las que ya no están o siguen desaparecidas, que sonreír por la esperanza de lograr derrocar al patriarcado algún día.

Tenemos que protestar porque no hay una sola mujer que no haya sido víctima de una desigualdad y/o violencia de género. Lo hacemos por NOSOTRAS mismas pero también por las generaciones que vienen, porque ellas no tengan que vivir tanta indignidad causada por el machismo. 

Si quieres leer mi historia sobre por qué me volví feminista, te la dejo AQUÍ

Recomendaciones para la marcha del 8M en la CDMX: 

  • ¿Puedo ir sola a la marcha 8M?

Si no tienes un contingente ni las mujeres de tu familia o tus amigas irán contigo, no te preocupes, la marcha no es un riesgo. Todo lo contrario, la energía que sentirás de apoyo y protección es indescriptible. 

Lo ideal sí sería que encontrarás a quiénes unirte, pero si no se puede, tú llegas a la Estela de luz, el Ángel, la Diana o el Monumento a la Revolución, depende desde dónde quieras partir, y encontrarás varios contingentes, únete a uno y marcha tranquila, te prometo que no te sentirás sola. Entre todas nos cuidamos.

AQUÍ te dejamos algunos contingentes a los que te puedes unir.

Lo que sí te sugiero es que avises en dónde estás, cargues tu celular al 100% y de preferencia lleves una pila extra porque vas a querer documentarlo todo, te lo aseguro. 

  • ¿Qué debo llevar a la marcha del 8M?

No lleves bolsa grande, llévate alguna pequeña y segura donde quepa tu celular, dinero en efectivo, una identificación y tus llaves. Es importante que te pongas bloqueador porque se marcha bajo el rayo del sol y no olvides ponerte unos tenis cómodos. 

No es indispensable pero puedes llevar gorra para proteger tu cara del sol y una botella de agua congelada, pues se irá derritiendo. Sal de tu casa bien comida e hidratada, es muy importante.

También, si lo deseas, puedes hacer una pancarta con alguna consigna que te represente y usar el pañuelo morado que simboliza la lucha por nuestros derechos de género. Aunque encontrarás venta de bebidas, botanas o alimentos, así que con que lleves dinero es suficiente.

  • ¿Cuántas horas dura la marcha del 8m?

Se comienza a avanzar a las 16:00 horas, por lo que lo ideal es que estés media hora antes en el punto del que decidas partir y que mencioné anteriormente. El tiempo que lleva llegar hasta la plancha del Zócalo es de 3 horas aproximadamente. Así que en total destina de 4 a 5 horas desde que llegas hasta que terminas de marchar. 

  • ¿Se corre peligro al asistir a la marcha feminista del 8M?

Varias mujeres no asisten porque creen que es una protesta violenta y no, no es así. 

Sí hay grupos que llevan bombas de gases y te darás cuenta cuando suelten una, pero solamente debes alejarte y no te pasará nada. 

Puede que veas que realizan pintas o golpeen las mamparas de metal que ponen delante de los edificios, pero no pasa de eso. Si te asusta el ruido, cámbiate de carril o párate y espera a que pasen esos grupos y listo. 

Lamentablemente sí pueden haber grupos que no representan el movimiento, pero son menores y con que te alejes de ellos, no tienes porqué temer. 

Si tienes miedo a las multitudes incluso puedes ir hasta atrás o caminar por la banqueta, alejada de los contingentes para no sentir que te falta la respiración. Sí hay opciones para estar allí sin sentirte en riesgo. 

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  • ¿Solamente marchan mujeres?

No, no sólo salimos a protestar las mujeres. Van familias completas: abuelitos, papás, primos, hermanos y hasta bebés. 

¿Tú crees que llevarían a los bebés o los abuelitos a una marcha violenta? ¡Claro que no! Así que no te compres ese miedo y únete a la marea morada, la voz de cada una suma. 

Hay contingentes de mujeres embarazadas, de mamás con carreolas, de familiares víctimas de femicidio, de papás que buscan a sus hijas o que exigen justicia para condenar a los feminicidas de sus niñas.

  • ¿La marcha del 8M se termina al llegar al Zócalo?

Así es, no esperes nada más. Los contingentes irán llegando poco a poco y cada quién decide a qué hora moverse de regreso a casa. Puede que algunos líderes de grupos emitan unas palabras con sus megáfonos pero no sucederá nada más. Así que puedes irte en cuanto llegues o esperar a que se junten más asistentes. 

Y si quieres irte conmigo en el contingente de mujeres periodistas, escríbeme, hay un espacio para ti con NOSOTRAS. Nos vemos el 8M para seguir haciendo historia. 

Los 10 mandamientos del amor propio de mujer a mujer

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Si tuvieras que enumerar del 1 al 5 a las personas más importantes de tu vida, ¿a quién pondrías en primer lugar? La respuesta correcta es a ti. Mujer, grábatelo: tú eres el amor de tu vida y por ello el amor propio es tan importante y hay que cuidarlo como a una planta. 

No es cliché o lugar común que digan que si no nos amamos a NOSOTRAS es imposible que los demás lo hagan, porque cuando el amor propio es grande se expande hacia los demás. 

Las mamás que pusieron a sus hijos en el número 1, entiendo por qué lo hicieron -ese amor no está en discusión-; sin embargo, también deben amarse primero pues si no se cuidan, cómo van a estar bien para criar a sus pequeños y, principalmente, cómo van a enseñarles a amar. 

El amor propio, o autoestima como lo llama la psicología, es la relación más importante que tenemos NOSOTRAS mismas y es la base para tener una vida feliz, porque no se trata de sobrevivir sino de gozarla rico. 

Vas a encontrar varias definiciones de amor propio, pero para mí es: cuidado, respeto, límites, apapacho, merecimiento y prioridad. 

Sin embargo, nadie nos enseña a procurarlo, todo lo contrario, nuestra cultura nos confronta con estándares de estética y de conductas y nos pone a competir con los demás, lo cual nos hace olvidar que el focus siempre somos NOSOTRAS

Este amor se construye día a día y no hay receta para lograrlo, pero quiero compartirte de mujer a mujer lo que para mí es cuidar de una misma y que lo he aprendido de las experiencias más duras de mi vida. 

Foto: Giulia Bertelli / Unsplash

Estos son mis 10 mandamientos del amor propio:

1.No te autoexigirás: No te compares con nadie de ninguna manera. Aprende a descubrir tu autenticidad y a amarla. Haz una lista de tus talentos, de lo que más amas de ti y a eso sácale provecho. 

2. No te conformarás: Cuando sientas que estás recibiendo migajas de los demás, ya sea en una relación personal o laboral, no te quedes allí. Recordar lo que quieres y lo que vales no te permitirá aceptar menos.  

3. No sobrepensarás: Darle vueltas a un asunto solamente te drena energía, además de que genera estrés y ansiedad. No te autosabotees, tu paz es antes que todo y no es negociable. 

4. No stalkearás: Revisar la vida de otra persona por incertidumbre, admiración u obsesión atenta contra el amor propio, así que no te lo hagas. Yo sé que es fácil caer en la tentación, pero si comienzas a volverlo un hábito se quedará en tu vida y eso te sumará bienestar y tranquilidad.

Foto: Annie Spratt

5. No rogarás: A nadie le pidas amor o atención, ninguna persona lo merece ni aunque tenga el mismo apellido que tú, te fascine o tenga muchos ceros en su cuenta bancaria. 

6. Sí te validarás: No te canceles. Todos los días date tiempo de decirte lo importante que eres; también puedes escribirlo, este ritual es uno de los mejores consejos que puedo darte y verás cómo comienza a cambiar tu energía y tu vida.  

7. Sí te pondrás como prioridad: Para funcionar debemos estar bien. Si hay cosas que no te late hacer, no las hagas, no tienes que complacer a nadie en contra de tu voluntad. Cuando empiezas a dejar de darle gusto a los demás, te sientes más feliz. 

8. Sí te cuidarás: Es fundamental que cuides tu salud física, emocional y espiritual, de la forma como lo decidas pero invierte tiempo y dinero en ello. Realiza actividades que te lleven a mantener un bienestar integral. 

9. Sí creerás en ti: Si tú misma no te das la confianza que mereces, cómo esperas que los demás vean lo maravillosa que eres. Eres tu fuerza.

10. Te amarás incondicionalmente: Enamórate de ti cada día, consiéntete, diviértete y disfrútate. Como dice Miley Cyrus en su himno al amor propio: cómprate flores, llévate a bailar, habla contigo misma, llévate a comer… No le temas a la soledad y eso también hará que no te conformes y aceptes “lo que caiga”. 

Foto: Jessica Felicio / Unsplash

¿Cómo se ve una mujer que se ama?

  • Feliz. Contagia las ganas de querer ser como ella, es inspiradora. 
  • Segura. No se arrepiente de nada porque sabe que todo lo que ha vivido es aprendizaje y lo agradece.
  • Humilde. Acepta sus errores y trabaja para mejorarlos y cada día lograr ser su mejor versión. 
  • Poderosa. Hace las cosas que ama y no se deja intimidar por nadie. 
  • Honesta. Es congruente lo que dice, lo que hace y lo que piensa. 
  • Positiva. Aunque haya malos días no se deja caer. Ella misma se echa porras. 
  • Fuerte. Porque ella es su centro y sabe que nadie puede derrocarlo. 
  • Ligera. Porque a pesar de tener preocupaciones no deja que sean más grandes que ella.
  • Agradecida. Porque al amarse tanto se sentirá satisfecha. 
  • Hermosa, se ve simplemente hermosa. 

Esta columna ha sido un ritual para recordarme que si los demás no me dan lo que merezco y necesito, entonces no quiero nada y que mi mundo no se detiene por eso pues me tengo a mí. 

Nos leemos el próximo viernes, tribu morada. 

Fui su primera vez y sí estoy hablando de sexo

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Ser la primera experiencia en el sexo es muy importante, no por los tabúes que hay sobre la virginidad, sino porque es el inicio de una nueva etapa en la vida de una persona y eso lo vuelve un momento especial.  

Yo confieso que fui la primera vez de alguien, pero no lo sabía y entonces no rifó como se debía. Así inicia esta anécdota que me gustaría no repetir; ponte cómoda para leer cómo fue ser la primera mujer en la vida sexual de un hombre menor que yo. 

En el momento que sucedió yo tendría unos 32 años, así que ya no me “cocía al primer hervor”, y él tenía 25, es decir, 7 menos que yo. A mí me gustan mayores de edad pero menores que yo y de eso ya les he hablado, si quieren leer, entren AQUÍ.

Ese día me invitaron unos compañeros del trabajo al cumpleaños de uno de ellos, fue en un bar de la Zona Rosa, como era cerca de mi casa decidí sí ir a tomar un par de cervezas y convivir un rato. 

Mi plan para nada era echar desmadre y menos de tipo sexual. Yo quería tomarme mis chelitas para llegar a mi casa a dormir como bebé, pero de repente todo se salió de control. 

Foto: Carlos Mejía / El Universal

Resulta que me estaban insistiendo que fuera porque me querían presentar al mejor amigo del cumpleañero, pues él ya me había visto en fotos y le había gustado, así que el plan era que se diera todo casual. 

Cuando llegué me estaban guardando una silla al lado de este chico, me lo presentaron como a las demás personas que no conocía. Él me pareció muy tímido, pero sí comenzó a hacerme la plática preguntándome sobre el trabajo. 

Y cuando terminé de tomarme mis 2 chelas, que son mi cuota máxima, les dije que me iba porque estaba cansada. Pero comenzaron a decirme que me esperara un poco más y este chico me sacó a bailar. 

Deben saber que yo tengo el ritmo por dentro pero no sé llevarlo a la práctica, lo hago pésimo y no aprendí a bailar ni aunque me metí a clases, pero era perreo y en ese género no necesitas saber mucho. 

Después de una ronda de baile fui al baño, él me acompañó. Cuando salí me acarició la cara y me dijo que se moría por besarme y pues ya estábamos allí, así que lo besé. 

Ese beso fue largo y nos prendió, así que lo metí al baño, aproveché que no había gente en ese momento y la idea era no tardarnos. 

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Pero una cosa llevó a la otra y de pronto ya estábamos haciendo lo que se imaginan. Obviamente como estábamos en el baño no podíamos tardarnos y además nos acabábamos de conocer, así que lo sentí torpe y nervioso. 

Salimos del baño como si nada y si alguien se dio cuenta no pasa nada porque en esos lugares cualquier cosa de ese tipo es posible. Llegamos juntos a la mesa y pedí un refresco para quitarme la sed. 

Él seguía bebiendo como si se fuera a acabar la cerveza del mundo y seguimos pláticando sobre los planes que tenía cada uno para el fin de semana.

Después de otro rato en la mesa decidí despedirme, él insistió en acompañarme a mi casa porque era tarde y le dije que me iría caminando pues estaba muy cerca. Insistí que no, que podía irme sola, pero tampoco quise ser grosera ante su cortesía. 

Mientras caminábamos a mi casa me dijo que había estado padre la aventura y que le gustaba que fuera una mujer tan segura, pero que le hubiera gustado que tuviéramos sexo de una forma más tradicional, tranquilos, sin correr y en un lugar privado. 

Además también me contó que todo estaba planeado para que me sentara a su lado, que él estaba muriendo de nervios porque en serio quería conocerme. En ese momento entendí por qué el cumpleañero me había insistido tanto en que fuera.

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Eso me dio ternura y me halagó pero inmediatamente me confesó que era la primera vez que había tenido sexo. Por supuesto que no le creí, pero insistió en que sí y que no tenía por qué mentirme en algo así, al contrario, que ser virgen a esa edad como hombre lo dejaba mal parado (comentario ultra machista). 

Me sorprendió mucho que no me lo dijera antes, por ejemplo cuando estábamos a punto de interactuar en el baño. Pero la verdad sí lo sentí inexperto, torpe, lento y cauteloso, lo que confirmaba que su confesión era verdad. 

No me gustó nada no saberlo porque creo que las primeras veces (de lo que sea que hagamos) son importantes, son el comienzo de etapas, de experiencias, de momentos y de recuerdos. 

La verdad no me hubiera aventado a ser su primera vez en el sexo y de haberlo sabido no lo hubiera sonsacado a que fuera en el baño de un bar de la Zona Rosa. 

Mientras caminábamos intentó tomarme de la mano, pero me incomodó y no lo dejé. Llegando a mi puerta quiso besarme otra vez pero no quise porque me imaginé que iba a querer entrar a mi casa. Me pidió mi WhatsApp y sí se lo di. 

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Esa noche siguió escribiéndome, yo llegué a bañarme y luego a dormir. Y en la madrugada, casi a las 5 de la mañana, me despertó el timbre. Era él, había regresado y quería subir a dormir conmigo. ¡Todo pésimo!

Salí y le dije que no podía quedarse en mi casa, pero estaba muy borracho, así que le pedí un Uber y lo mandé a casa, yo lo iba rastreando porque lo hice desde mi celular. 

Cuando llegó le llamé, me dijo que ya estaba adentro de su casa. Al día siguiente por supuesto que se moría de pena conmigo por todo lo que había hecho, por su mala copa. 

Quiso invitarme a salir pero le dejé claro que para nada estaba en plan romántico en esos momentos de mi vida, lo cual era real, ni con él ni con nadie. 

Luego me mandó invitación en Facebook, lo acepté y comenzó a aparecer en los lugares a los que iba, ya que yo siempre he compartido todo en mis redes sociales, incluidas fotos en tiempo real con ubicaciones. 

Siempre caía en el lugar fingiendo que era una casualidad encontrarnos hasta que fue una constante y me di cuenta. Dejé de publicar en tiempo real y él dejó de aparecer en los sitios a los que iba, por supuesto. 

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Lo eliminé de Facebook, al igual que de WhatsApp y me mandó una carta muy dramática como si hubiéramos tenido una relación de 10 años de novios. No le respondí nada. 

Siguió mandándome mensajes, unos eran para invitarme a salir, otros eran para contarme que estaba triste porque quería volver a verme y tener sexo conmigo de una forma romántica, me decía. 

Me cuesta mucho no ser empática, a veces por eso doy muchas oportunidades a las personas o dejo pasar cosas que no debería, hasta que un día me cansé y le pedí que no me volviera a buscar, que me sentía hostigada. 

Le pedí perdón por haberle arruinado su primera vez en el sexo, pero le dije que experimentara con otras personas, que yo no estaba interesada en lo más mínimo en tener nada con él, ni siquiera otra aventura de una noche. 

Hasta ese momento dejó de escribirme y buscarme, afortunadamente entendió. Pero mandó a su amigo a platicar conmigo, para que viera que realmente estaba clavado e interesado en mí. 

A su amigo, que era mi compañero de trabajo, le pedí que pararan eso, que me sentía muy incómoda con la situación. Y desde entonces preferí no salir con ese grupo de amigos laborales, para evitar otro encuentro con este chico. 

Foto: Anastasiya Badun / Unsplash

Una noche de sexo no planeada a veces es una gran aventura pero otras puede ser arrepentimiento total, como me pasó a mí. 

Reconozco que he cometido muchas imprudencias en mi vida, pero en este caso ni enterada estaba de la situación, así que sin tener toda la película completa no puedo ser responsable de esa desilusión que él vivió en todos los sentidos. 

Lo que sí lamento es que esa siempre será su primera vez y fue conmigo en un quickie. That’s all!

Darte permiso para comer también es un trastorno alimenticio

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Un trastorno alimenticio también se escucha así: “Me estoy dando permiso de comer esto porque es fin de semana”, “Hoy me lo como pero mañana toca pura lechuga”, “Me lo comí pero tengo que ir más tiempo al gym para quemar más calorías”. 

Estas frases se las he escuchado repetir una y otra vez a algunas amigas y conocidas, quienes evidentemente viven obsesionadas con lo que comen, con su peso, con su talla y con su imagen física. El común denominador de todas es que se repiten que se cuidan porque se aman y que lo más importante para ellas es su salud. 

Lo repiten tanto, como si quisieran convencer a los demás pero en realidad son ellas quienes necesitan creerlo. Sin embargo, esto no es nada bueno pues su salud mental también es importante y caer en estas obsesiones puede comprometer su salud física eventualmente. 

Ni estar delgado es sinónimo de estar sano ni estar gordo de estar enfermo porque la salud no se mide en kilos y eso está comprobado. Sí es muy importante cuidar nuestro bienestar pero de forma integral, no sólo lo de afuera, también lo de adentro. 

La mejor forma para saber que estamos sanos es haciéndonos estudios periódicamente, al menos una vez al año, y a partir de allí seguir las indicaciones y medicaciones que diagnostiquen los expertos de la salud.

Foto: Elena Leya / Unsplash

Un trastorno alimenticio es una enfermedad médica considerada grave. “Las personas con trastornos alimenticios no eligieron tenerlos. Estos pueden afectar la salud física y mental de quien los padece y, en algunos casos, hasta pueden poner en peligro la vida. Sin embargo, con tratamiento, las personas pueden recuperarse por completo”, según el National Institute of Mental Health. 

Lo peligroso de esta enfermedad es que cualquier persona, principalmente las mujeres, pueden padecerla, sin importar el peso, la edad, la raza o el estatus social y económico. 

¿Por qué las mujeres padecen más trastornos alimenticios?

“Sabemos que la objetificación de las mujeres y el sexo prematuro o sexualización temprana de mujeres es un factor de riesgo de enfermedad psiquiátrica en niñas y mujeres. Así que creo que eso sucede también con los trastornos alimentarios.

“Es sin duda cierto que existe una cultura que promueve el ideal del cuerpo delgado, el cual se internaliza. Y podemos ver que de alguna forma las niñas caen presas de la cultura… Hay mucha investigación para mostrar que la internalización de ese ideal de cuerpo delgado es un factor de riesgo potencial para desarrollar un trastorno alimentario“, dijo el doctor Douglass Bunnel, psicólogo y director clínico en el Monte Nido Eating Disorder Treatment Center, durante una entrevista publicada en YouTube por el Child Mind Institute. 

Los estándares de belleza estética en las culturas, como la nuestra, es más rígida con las mujeres, quienes en su intento por seguirlos comprometen su salud física y mental.

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¿Cuántos tipos de trastornos alimenticios existen?

Según el National Institute of Mental Health estos son los tipos de trastorno alimenticio que una persona puede padecer, así como sus características para identificarlos: 

1. Anorexia nerviosa

    Algunos de sus síntomas son: 

    • Alimentación extremadamente restringida 
    • Ejercicio intenso y excesivo
    • Delgadez extrema (emaciación o malnutrición)
    • Intentos constantes por adelgazar 
    • Resistencia por mantener un peso adecuado a su persona
    • Temor intenso por subir de peso
    • Rechazo a aceptar lo grave que es tener un peso bajo
    • Imagen corporal distorsionada 
    Foto: luxstorm / Pixabay

    2. Bulimia nerviosa

    Pueden padecerla personas con peso bajo y se manifiesta con estos síntomas:

    • Consumir grandes y frecuentes cantidades de comida  
    • Vómitos forzados
    • Uso exagerado de laxantes o diuréticos
    • Constante preocupación por la forma del cuerpo y el peso 

    Foto: Diana Polekhina / Unsplash

    3. Trastorno por atracón

    Es parecida a la bulimia nerviosa, es decir, las personas tienen constantes y recurrentes atracones de comida; sin embargo, no se purgan, ni se laxan, ni realizan ayunos o ejercicio excesivo. 

    Por lo que este tipo de trastorno alimenticio, generalmente, lo padecen personas con sobrepeso u obesidad. 

    4. Trastorno por evitación o restricción de alimentos

    Es del trastorno alimenticio que comencé a hablarles en esta columna y algunos de sus síntomas son:

    • Restricción excesiva en las cantidades de alimentos consumidos
    • Cuidado dramático en los tipos de alimentos ingeridos
    • Falta de apetito o de interés en la comida
    • Selección limitada de alimentos favoritos a consumir
    • Alimentación quisquillosa que empeora progresivamente

    trastorno-alimenticio
    Foto: stevepb / Pixabay

    La salud no es un juego, tampoco es un estándar de belleza o un número en la báscula. La salud es vida y es lo más importante que tenemos y que debemos cuidar y preservar. 

    Si padeces un trastorno alimenticio y requieres ayuda, el Instituto Nacional de Psiquiatría “Juan Ramón de la Fuente”, ubicado en la CDMX, tiene una Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria. 

    La atención es gratuita para quienes cuenten con seguro social y de no ser el caso, se realiza un estudio socioeconómico para establecer el costo del servicio. AQUÍ puedes consultar su página web.

    La sororidad también tiene límites 

    sororidad

    “La peor enemiga de una mujer es otra mujer”, es una de las ideas machistas que nos hicieron creer, pero hoy muchas de NOSOTRAS sabemos que no es así y que es importante profesar la sororidad

    ¿Qué es la sororidad? Proviene de la palabra “sóror” que en latín significa: “hermana consanguínea”. En 1989, hace 35 años, la doctora Marcela Lagarde encontró ese concepto y lo apropió al español para usarlo desde una perspectiva feminista. 

    El movimiento feminista lo ha adoptado para definir ese “pacto entre mujeres” ante una sociedad machista que ha imperado durante años y que ha limitado el crecimiento personal, financiero, social y profesional del género. 

    Esto hizo que varias de NOSOTRAS tuviéramos un “cambio de chip”, de perspectiva, una deconstrucción para vernos y tratarnos de diferente manera. Ante todas las desventajas que tenemos y la ola de violencia de género que sufrimos es que la sororidad llegó para que nos hiciéramos más fuertes apoyándonos las unas a las otras. 

    Foto: smg_foto / Pixabay

    Las mujeres ya no deberíamos pelear entre NOSOTRAS por nada, menos por hombres; no deberíamos juzgar nuestros cuerpos, nuestra forma de vestir, si queremos o no ser madres o a qué nos dedicamos. 

    Las mujeres estamos para cuidarnos, apoyarnos, impulsarnos e inspirarnos. Estamos para ser nuestra mejor red de apoyo y para lograr seguir rompiendo y reconstruyendo una sociedad justa para nuestro género. 

    Sin embargo, aún existen mujeres que siguen pensando que entre NOSOTRAS somos enemigas, siguen tirándole a la otra, siguen no respetando al género.

    Ilustración: PandannaImagen / Pixabay

    Entonces, ¿cuáles son los límites de la sororidad?

    Esta solidaridad entre mujeres también debe tener un límite. No tenemos porqué aguantar maltrato de nadie, aunque venga de otra mujer, porque en el momento que la otra se olvida de ese pacto de hermandad es que se debe establecer un límite. 

    Y los límites no significan también herir, violentar o atacar, mucho menos convencer a esas mujeres de ser feministas y de que se den cuenta de sus conductas machistas; simplemente se trata de alejarse, de mantener un respeto hacía una misma y, en casos más graves, de denunciar. 

    Y no debemos sentirnos menos feministas por poner estos límites a la sororidad, todo lo contrario, entre NOSOTRAS no podemos imitar los pactos del machismo que se caracterizan por la impunidad. 

    “No se puede ser sorora con las represoras”, incluso esta es una consigna que ha estado presente en marchas feministas por Centroamérica. 

    Ilustración: PandannaImagen / Pixabay

    ¿Cómo practicar la sororidad?

    • Apoya los proyectos de otras mujeres.
    • Si sabes que una mujer es víctima de violencia, ayúdala.
    • Cuida de otras mujeres.
    • No critiques ni juzques a otra mujer por su físico.
    • No opines ni juzgues a otra mujer por su vida sexual.
    • No opines sobre la maternidad y el aborto de las demás.
    • Acostumbra a felicitar a las demás y expresarles por qué las admiras.
    • Respeta las relaciones sentimentales de las demás.
    • Escucha a las demás.
    • Sé amable.
    • Y lo principal: cree en las demás.

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