Alguna vez les contaba sobre mi trabajo y cómo es ser stylist, trabajo que, estoy segura, más del 90% de la población mundial no topa ni mucho menos sabe de nuestra existencia.

Hoy, aprovechando que estoy en Bahamas filmando una campaña para un hotel, acá les quiero contar sobre el proceso que seguimos para filmar y fotografiar historias para temas publicitarios: un trabajo que todos vemos pero que en realidad pocos cuestionan.

La publicidad está en todos lados desde nuestro rollo de papel del baño hasta en la casa en donde vivimos y el lugar en el que vacacionamos.

Cómo se prepara una campaña publicitaria

1. La creación

Todo comienza con una junta creativa en donde se habla de las necesidades de la campaña: los objetivos, escenarios y situaciones que se quieren y requieren retratar. El cliente es sumamente importante, ya que traza la línea y mejor que nadie sabe qué se necesita para su público objetivo, clientes cautivos y potenciales. Ellos saben en dónde se va a ubicar esa campaña, ya sean medios impresos o digitales, tradicionales o BTL, comunicación interna o una época en especial; todas las variables deben ser consideradas.

Una vez bajada esta información entre el cliente, la agencia y la producción, entonces se suman los departamentos creativos, de vestuario y arte para armar lo que se va a fotografiar y filmar. Hay dos maneras de hacerlo: una es que cada departamento presente una idea aislada y desarrollada, la otra es que la agencia marque la pauta y todos los departamentos se alineen. También, muchas veces, en realidad la idea es tan especial y específica que en realidad “solo hay que conseguir” los elementos necesarios para conseguir los objetivos.

Normalmente se hace un desglose de las tomas para que cada departamento presente sus elementos y entonces se vaya armando el plan de filmación. Es importante también considerar quiénes serán los actores o talentos, de igual forma deben estar alineados al público objetivo de la campaña.

Vale la pena destacar que en este tipo de situaciones todo es importante y, de hecho, “el diablo está en los detalles”. Nada es al azar, incluso la paleta de color y lo que están haciendo los personajes se cuida y estudia desde una perspectiva de mercadotecnia y psicología.

2. Preproducción y producción

Viene la parte de preproducción para ir armando los detalles. Se checa la locación o estudio; la compra de vestuario y props de arte; todos los elementos a considerar para hacer el plan de rodaje, incluyendo horarios, transporte y comida. Incluso el clima juega un papel importante.

Llega el día o días de rodaje y entonces todo mundo pone manos a la obra para ejecutar lo planeado y estudiado.

Algo que he aprendido en los últimos casi 20 años es que siempre hay que estar prevenidos y preparados para fluir, para improvisar y para cualquier cosa de último minuto que pueda suceder, porque SIEMPRE pasa algo y la experiencia, creatividad y habilidad para resolver problemas y adaptarse se aprenden y ejercitan con el tiempo.

Qué padre hablar de mi trabajo porque siento que todo el mundo piensa que solo es un trabajo divertido y fácil; la realidad es que aunque sí es divertido (al menos para mí) es sumamente demandante y retador en todos los aspectos. #ILoveMyJob

Con cariño,
Gina