Las mascotas o animales de compañía, al ser seres sintientes que nos brindan amor, cuidado y compañía, merecen que los mantengamos seguros, saludables y felices. Adoptar, comprar o rescatar un perrito, gatito o cualquier otro animal, implica una gran responsabilidad, una que de ser necesario debemos pensar más de una vez para evitar en un futuro su abandono o maltrato.
Pero, ¿cómo se mide el bienestar de tu mascota? Existen algunos principios que podemos tener presentes para garantizar que nuestro mejor amigo tenga una vida saludable y segura.
¿Qué es el bienestar animal?
Recientemente acudimos al segundo Seminario de Bienestar Animal organizado por la Universidad del Valle de México y Mars Petcare. Aquí, la doctora María Cristina Martínez de Velasco explicó que existen 5 indicadores principales de bienestar de tu mascota, los cuales llamó “las 5 libertades”.
A continuación te explicamos cada uno de esos indicadores que toda dueña de mascotas debería tener en cuenta.
1. Libre de hambre, sed y malnutrición
“Debemos tener alimentos dependiendo la raza, edad y estado fisiológico de nuestras mascotas, ya que tienen distintas necesidades fisiológicas y distintas necesidades de alimentación”, explica María Cristina Martínez.
Esta libertad se mide principalmente y se ve reflejada en lo siguiente.
- Dieta de alta calidad (toando en cuenta las necesidades de la mascota).
- Calidad del pelo (que no esté seco, con algún parásito y que no se le caiga de una manera anormal considerando las características de cada mascota).
- Peso óptimo de la mascota (la obesidad en las mascotas no es una condición optima).
- Función zootécnica (es la actividad física óptima que debe tener un perro en su día a día).
2. Libre de enfermedades y lesiones
¿Qué quiere decir con esto? La doctora dice que “se consideran enfermedades físicas y mentales (son aquellas que se relacionan con la conducta)”.
Estas son algunas cosas que NO debemos hacer para evitarle lesiones y problemas de conducta.
- NO usar herramientas de control como collares de castigo.
- NO recurrir a la amputación de cola y de orejas por cuestiones “estéticas”.
- NO incumplir con el esquema de vacunación.
3. Libre de incomodidades físicas o térmicas
Esta quiere decir que el ambiente en el que viven debe ser adecuado para cada especie, con condiciones de resguardo y descanso adecuados.
No tener sitios de descanso adecuados, como superficies duras, húmedas, muy calientes o de plano no tener un lugar donde puedan dormir es una cuestión a corregir. Para que evitemos problemas en cervicales, codos, patas, fracturas, algún entumecimiento, que tengan frío o mucho calor.
Recuerda que cada especie necesita un espacio para poder desarrollarse y pasar su día a día. Esto no se limita a los perros o gatos; por ejemplo, un roedor como un cuyo no puede vivir en una jaulita que apenas duplique su tamaño, pues necesita mantenerse en movimiento.
4. Libre de miedo y de angustias
Esta libertad nos habla principalmente de dotar a nuestros animales de espacios y de relaciones seguras con nosotras, es no solo darles un espacio en el jardín o en la azotea para que vivan, sino es el proporcionarles el cariño y seguridad que necesitan.
“Hay que darles un ambiente seguro (una casa) y un apego seguro con el tutor”, dice la especialista.
Esta libertad implica las siguientes acciones.
- Habituación a distintos estímulos: desde que llega nuestra mascota, debemos habituarlo a nuestro entorno, el ruido, las diferentes voces, a las cosas que hacemos, etc.
- Periodos de socialización exitosa. Esto significa que, por ejemplo, mientras un perro es cachorro esté expuestos a todos los estímulos con los que se va a enfrentar como otros perros, el ruido de los carros, la calle, etc.
- Un destete oportuno, ya sea que tu mascota tenga crías o adoptes una.
- Completar con la madre y los hermanos de camada los aprendizajes necesarios.
- No generar estres o miedo, como someterlos a situaciones que los incomoden.
5. Libre de expresar las conductas y pautas de comportamiento propias de su especie
Esto se refiere a todas aquellas acciones que son propias de la especie, como las conductas exploratorias, que bien dirigidas evitan “malos comportamientos”. Rasgar, morder, esconder o cazar son conductas normales en nuestras mascotas y por lo tanto esa canalización debe ser bien dirigida, ya sea por medio del juego o de juguetes.
El bienestar animal debe ser un reflejo de interés que tenemos como dueñas hacia nuestras mascotas, con el único objetivo de garantizar el cuidado y la calidad de vida de nuestros peludos compañeros.
Si estás a punto de recibir en tu casa a un nuevo integrante, hay que ser consciente del compromiso que implica y de lo necesario para garantizar el bienestar de tu mascota.
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