6 hábitos que mejoran tu autoestima

Hábitos para mejorar tu autoestima

Tener una sólida autoestima nos permite sentirnos más seguras, confiar plenamente en nuestras habilidades y desarrollar mayor bienestar emocional. Hoy NOSOTRAS te compartimos algunos hábitos que mejoran tu autoestima.

Trabajar en tu autoestima es una de las cosas que puedes hacer para cuidar tu salud mental y, por ende, tu bienestar en general.

¿Qué es la autoestima?

Según el portal de la Universidad del Pacífico de Lima, el psiquiatra Enrique Rojas define la  autoestima como “un juicio positivo sobre uno mismo, al haber conseguido un entramado personal coherente basado en los cuatro elementos básicos del ser humano: físicos, psicológicos, sociales y culturales. En estas condiciones va creciendo la propia satisfacción, así como la seguridad ante uno mismo y ante los demás”.

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La autoestima es aquella valoración que tenemos de una misma. Es el juicio que desarrollamos de nuestro valor como personas. Tener autoestima hace que nos sintamos suficientes, felices, capaces y dignas; estás emociones vienen de la mano con el amor y respeto que nos tenemos. 

Existen varios hábitos que puedes incluir en tu rutina diaria para la mejora de tu autoestima.

Hábitos que mejoran tu autoestima

Foto: Pexels. Elle Hughes

NOSOTRAS te compartiremos 6 hábitos que te pueden ayudar a mejorar tu autoestima y serán un boost para desarrollar ese amor propio que muchas veces nos hace falta.

1. Rodéate de personas positivas 

Estamos seguras de que en más de una ocasión has escuchado la frase “dime con quién andas y te diré quién eres”, y es que es frase a veces es completamente real y no solo un invento de las mamás. 

Las personas con las que te rodeas habitualmente influyen directamente en tu personalidad, así que si tu círculo social está compuesto por personas que no atribuyen de forma positiva, es posible que esto te esté afectando y tu autoestima no esté en el punto más alto. 

Rodearte de las personas correctas te ayuda a tomar mejores decisiones, son motivantes para alcanzar tus sueños y metas, te hacen sentir querida y, sobre todo, comparten momentos inolvidables. 

Las personas de tu círculo social deben tratarte con respeto y no transgredir los límites que tengas. Pasa tiempo con la gente que de verdad te valora, aconseja la revista Inc.

2. Toma descansos de las redes sociales

Hoy en día las redes sociales son una plataforma donde todos publican sus logros, pero muy pocos se atreven a mostrar aquellos momentos difíciles que todo el mundo vive. Siempre vemos los cuerpos “perfectos”, las vidas impecables de muchas celebridades, las vacaciones soñadas de aquellos amigos o conocidos. 

Esto ha llevado a que nos comparemos con todos aquellos perfiles que vemos en distintas plataformas digitales, cuando la realidad es totalmente diferente, porque detrás de esa relación “perfecta” en Instagram hay un sinfín de ediciones. ¡No te dejes engañar por todo lo que ves en el mundo digital!

Deja de compararte con los demás y toma un descanso de todas las publicaciones que se suben en las diferentes redes sociales, te aseguramos que muchas veces no es lo que parece. 

3. Háblate con amor

La mente es muy poderosa. Por ello debes entender que tus pensamientos y palabras son importantes para tu autoestima. 

La autocompasión significa tratarte con amabilidad, explica la plataforma Psychology Today. Cuando cometemos errores o fallamos en algo, lo que deberíamos hacer sería motivarnos en lugar de autocriticarnos.

Una manera efectiva de practicar la autocompasión es preguntándote cómo tratarías a una amiga que se encuentra en las mismas circunstancias que tú.

Tener pensamientos positivos te ayuda a tener acciones positivas. No es que por hablarte bonito todos tus problemas se vayan a resolver, pero tratarte bien no tiene resultados negativos. Háblate con amor, dedícate un día para ti, ¡consiéntete! 

4. Celebra tus logros, no importa su tamaño

¿Al fin lograste correr esos 5 kilómetros? Celebra y siéntete orgullosa, porque no existen los logros pequeños y mucho menos los insignificantes. No importa lo que hayas logrado últimamente, festéjalos. 

A veces nos vamos a los extremos cuando se trata de sueños o metas, explica Psychology Today. No solemos darle el valor suficiente a lo que hemos logrado.

Sal con tus amigos o familia y comparte ese sentimiento de alegría con tus seres queridos; una copa de vino, una salida a un museo o alguna cena es una gran forma de conmemorar un nuevo éxito en tu vida. 

5. Deja ir el pasado; concéntrate en el ahora

Muchas veces nos quedamos estancadas con el pasado, y esto hace que nos pongamos una barrera que afecta nuestro camino al éxito. Es importante dejar ir para sentirnos liberadas; te aseguramos que es de las mejores decisiones que podrás tomar en tu vida. 

Esto lo puedes implementar mediante disciplinas como el ‘mindfulness’, que se refiere a la atención plena y vivir el presenta.

Además, todas las personas podemos beneficiarnos de sanar heridas del pasado con ayuda de terapia.

6. Desarrolla una habilidad nueva

No importa la habilidad o deporte que te gustaría aprender, ¡hazlo! El desarrollo de nuevas habilidades y competencias ayuda a las personas a mejorar su rendimiento en la vida. 

Aprender cosas nuevas siempre trae beneficios; te concentras, conoces personas nuevas, te sientes más productiva y tu autoestima mejora.

En ocasiones queremos regresar para reparar el pasado, pero eso es imposible, lo único que logras es un desgaste mental  donde dejas de crecer como mujer. ¡La vida sigue; disfrútala!

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Cómo saber que tienes ansiedad sexual si eres mujer

Cómo saber que tienes ansiedad sexual si eres mujer

¿Te ha pasado que no puedes disfrutar del sexo, a pesar de desearlo? Esto posiblemente se deba a que tienes ansiedad sexual. Te compartimos cómo saber que tienes ansiedad sexual si eres mujer, para que puedas aprender a identificarlo y actuar al respecto.

El deseo sexual es un espectro y fluctúa en todas las personas. Sin embargo, hay casos en que se experimenta deseo, pero también hay una aparente incapacidad para tener relaciones sexuales.

Foto: Pexels. Yulia Goncharuk.

Cómo saber que tienes ansiedad sexual si eres mujer

Tener una vida sexual plena a veces parece complicado cuando tu cuerpo no responde hacia lo que quieres hacer. ¿Alguna vez has estado en una situación en la que deseabas a alguien sexualmente pero en el acto te sientes incómoda? ¿Te ha pasado que en lugar de disfrutar, lo padeces?

Esto puede deberse a un abanico de posibilidades y una de ellas es la ansiedad sexual, que se define como un temor hacia el sexo o la intimidad, explica la plataforma Choosing Therapy.

Es sencillo confundir la ansiedad sexual con los sentimientos a flor de piel antes de tener relaciones sexuales. Sin embargo, esto no es momentáneo, es un padecimiento que imposibilita a las personas de vivir plenamente su sexualidad y se puede quedar durante meses o años.

Para poder identificar si tienes ansiedad sexual puedes poner atención en cómo te sientes antes y durante una relación sexual.

Esta ansiedad se puede presentar como sequedad vaginal, dificultades para excitarse y dolor durante el sexo, indica la plataforma Verywell Mind.

Asimismo, es posible identificar que tienes ansiedad sexual con tu estado anímico, al tener pensamientos intrusivos que te llevan a estar excesivamente preocupada por el acto sexual.

Esto también lo puede somatizar tu cuerpo en forma de problemas gastrointestinales y de palpitaciones rápidas del corazón.

En el momento del acto la ansiedad sexual puede expresarse de otras formas, como dificultades para sentir excitación, dificultad para tener orgasmos y la imposibilidad de relajar los músculos de la vagina durante la penetración, explica Choosing Therapy.

Causas de la ansiedad sexual

Existen diversas causas para la ansiedad sexual. Por ejemplo, lo que posiblemente puede causar este tipo de condición es que tengas problemas con la imagen de tu cuerpo. Por ejemplo, que no puedas verlo frente al espejo, que haya partes que te gustaría ocultar para siempre o modificar, indica Verywell Mind.

También podrías estar pasando por ansiedad sexual si tienes una condición como la depresión o la ansiedad. Esto podría estar modificando la forma en la que te sientes con respecto al sexo y empeora la experiencia.

Otra de las causas de este padecimiento es sentir inseguridad por la experiencia sexual escasa, tener experiencias negativas o traumáticas relacionadas con el sexo o tener expectativas poco realistas (del desempeño propio o no) debido al consumo excesivo de contenido para adultos.

Sobrellevar la ansiedad sexual

Para combatir la ansiedad sexual debes acudir primero a una consulta con un especialista en psicología o sexología. Solamente una persona profesional puede darte un diagnóstico y ayudarte a atacar el problema que está causando la ansiedad.

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Lo que NO debes decirle a una amiga que acaba de cortar

Lo que No debes decirle a una amiga que acaba de cortar

Terminar una relación conlleva un proceso de duelo en el que parece que, en lugar de mejorar, la situación empeora. Además de ser un momento en el que buscas apoyo. La compañía de los seres queridos puede ser crucial para que el duelo se lleve de mejor manera. Tal vez tú deberías ser ese apoyo, la amiga de apoyo emocional, y no sabes exactamente cómo deberías ayudar o qué es lo que NO debes decirle a tu amiga que acaba de cortar una relación.

Lo más importante es que estés dispuesta a escuchar y respetar los sentimientos de tu amiga. Las palabras de apoyo que escuche de ti pueden ayudarle a observar la situación desde otro ángulo y a no cargar culpas por lo que pasó. Si deseas ser una mejor amiga a continuación te contamos lo que NO debes decir en los momentos críticos después de una ruptura.

Foto: Pexels. Anna Shvets

Lo que No debes decirle a una amiga que acaba de cortar

¿Cuántas veces te has sentido torpe consolando a una persona? Tal vez no quieras volver a repetir esto cuando se trata de tu amiga y quieres darle todo el apoyo que necesita. Para lograrlo debes priorizar la escucha antes de decir cualquier comentario o consejo. Evita asumir lo que pasó o lo que siente, indica Jayda Shuavarnnasri, educadora sexual.

Cuando estés en camino a darle apoyo a tu amiga es primordial que comiences a adoptar un rol de escucha. Antes de empezar a hacer algo con ella (como sacarla de casa o invitarla por un trago) pregúntale qué es lo que necesita de ti y remarca tu apoyo.

En el proceso seguramente saldrán los malos recuerdos y la búsqueda de culpables. Ante esta situación evita elegir un bando, tu amiga puede estar enojada por el comportamiento de su expareja pero tú tienes que evitar formar parte de los reproches. Tanto los insultos hacia la expareja como los comentarios que dirigen la culpa hacia tu amiga son una mala estratégia.

Es mejor dirigir la energía y los pensamientos hacia otras direcciones. Porque hacer ver a la expareja como lo peor conlleva al pensamiento de “¿por qué aún me siento enamorada de esta persona?” lo cual puede traer culpabilidad, explica Shuavarnnasri.

Tampoco debes decirle cómo debe sentirse con comentarios como “ya supéralo”, “mejor descarga Tinder”, “de todas formas iba a pasar”. Respeta el proceso de duelo de tu amiga: si ella dice que esa persona es insuperable, es porque ella lo siente así y después puede sentir enojo y regresar a amarlo fervientemente. Recuerda que el proceso de duelo es diferente para cada persona y que los estadios no son lineales.

Dale la vuelta al amor romántico

Cuando le das consejos a tu amiga que acaba de romper es posible que se te escape decirle algo como: “hay un montón de personas allá afuera”. Con la intención de decirle que no esté triste por una persona, porque allá afuera hay más opciones. Procura evita este tipo de pensamientos que continúan diciéndole a tu amiga que debe encontrar una pareja.

En lugar de ello, recuerda que tiene amigas con las cuales puede compartir su vida o metas que necesitan de ese tiempo libre que tendrá. Aprovecha ese momento para recalcar que no todo gira en torno a la pareja sentimental.

Foto: Mododeolhar. Pexels

Por último, evita hacer comparaciones de tu amiga y de la posible nueva pareja. Las mujeres no son enemigas de otras mujeres por naturaleza, si tu intención es hacerla sentir mejor evita incitarla a compararse con alguien más. Tampoco la presiones a tener citas de inmediato o a buscar a alguien más con el argumento de “un clavo saca a otro clavo”.

Por ello es importante que le preguntes cómo se siente, porque a partir de ello puedes saber cómo puedes ayudarla sin ser irrespetuosa o incitarla a hacer actividades que no quiere hacer o de las cuales no se siente lista.

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Los 5 tipos de síndrome del impostor en las mujeres

Los 5 tipos de síndrome del impostor en las mujeres

Hay pocos sentimientos peores que el de fracaso, aunque haya evidencia que te demuestre que realmente eres hábil y capaz. Existen diferentes tipos de síndrome del impostor, que en la actualidad se presentan cada vez más en mujeres profesionistas. Nosotras te contamos sobre ellos.

De acuerdo con el portal The Muse, hay estudios que sugieren que al menos el 70% de las personas sufren el síndrome del impostor en algún momento de su vida. Las mujeres que experimentan este problema sienten que no merecen o no son dignas de sus logros y éxitos.

El constante sentimiento de fracaso conduce a las mujeres víctimas de este síndrome a una autoexigencia destructiva.

Los 5 tipos de síndrome del impostor en las mujeres

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Foto: Imagen de freepik

Valerie Young, autora del libro “Los pensamientos secretos de las mujeres exitosas: por qué las personas capaces sufren del síndrome del impostor y cómo prosperar a pesar de ello”, no solo describe este problema sino categoriza 5 tipos.

Dentro de sus investigaciones descubrió lo que ella llama “tipos de competencia”, reglas internas que muchas mujeres intentan seguir. Gracias a esta categorización que realizó la doctora es que ahora se pueden identificar patrones o hábitos dañinos que nos impiden alcanzar nuestro máximo potencial.

Estos son los 5 tipos de síndrome del impostor en mujeres.

1. La experta

Es común en mujeres que han adquirido conocimientos y habilidades especializados en algún campo, área o profesión.

Debido a que han invertido tanto tiempo y esfuerzo en su educación y capacitación, sienten que deberían saberlo todo sobre esa área, pero aun así dudan de sus capacidades y les preocupa no estar preparadas para afrontar todos los desafíos.

Claro que no hay nada de malo en querer adquirir nuevos conocimientos o habilidades, pero buscar más información sin cesar puede ser en realidad una forma de procrastinación.

Acumular conocimientos para una autoimpresión puede generar en ti sentimientos de fracaso a pesar de tus conocimientos, habilidades y experiencia.

2. La perfeccionista

Aquella mujer con síndrome de perfeccionista tiene la necesidad de alcanzar metas excesivamente altas y, cuando no logra cumplirla, sus sentimientos de ansiedad equivalen a la autoexigencia.

El síndrome del impostor perfeccionista va de la mano del control, nada se les puede escapar.

El perfeccionismo da como resultado una autocrítica severa, además de ansiedad y agotamiento. La baja autoestima también está altamente relacionada con el perfeccionismo.

Los logros o el éxito son cada vez menos satisfactorios para las mujeres con este síndrome, ya que constantemente piensan que pudieron esforzarse todavía más.

3. La solitaria

Este tipo de síndrome en mujeres se caracteriza por sentimientos de independencia y la necesidad de lograr el éxito por sí solas. Afecta a las mujeres que creen que deben hacerlo todo ellas mismas y que pedir ayuda o apoyo es un signo de debilidad.

Con el tiempo quienes sufren de este tipo de síndrome se sentirán aisladas y abrumadas, además de que aparecerán los sentimientos de insuficiencia y dudas sobre sí mismas.

Las mujeres con este síndrome de solitarias priorizan su autonomía e independencia antes que ajustarse a las normas sociales. Las personas que se identifican como individualistas generalmente tienen un fuerte sentido de autosuficiencia y pueden sentirse incómodas cuando necesitan contar con el apoyo de otros.

4. La sobrehumana

Este síndrome se basa en la competencia, mirar a los demás y tratar de estar a la altura. Las sobrehumanas son triunfadoras que se presionan para sobresalir en todas las áreas de la vida, justificar sus logros y éxito.

Sienten que necesitan trabajar más duro por sobre los demás para conseguirlo todo. La sobrehumana está expuesta a no manejar bien las críticas constructivas y a la constante presión de rendir al máximo.

5. La ‘genia’ natural

Por último tenemos al síndrome de la ‘genia’ natural. Se caracteriza por creer que su éxito es gracias a su talento, inteligencia y habilidades natas. Las mujeres que sufren de este síndrome juzgan su facilidad y velocidad basadas en su competencia; si tardan mucho en dominar algo, se sienten avergonzadas.

Ponen un estándar interno increíblemente alto, al igual que las perfeccionistas. Pero no solo se juzgan a sí mismas según sus expectativas, sino que también se juzgan basándose en hacer las cosas bien al primer intento.

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Por qué los trastornos alimentarios son más comunes en mujeres

Por qué los trastornos alimentarios son más comunes en mujeres

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son más frecuentes en mujeres que en hombres, de acuerdo con la organización Eating Disorder Hope. Estas condiciones en torno a la alimentación pueden desencadenar graves problemas de salud. Pero, ¿por qué los trastornos alimentarios son más comunes en mujeres? ¿Tendrán algo qué ver los estándares de belleza?

Las razones de que las mujeres se ven más afectadas podrían estar inscritas en la sociedad machista en la que se desarrollan. Y en la relación con el aspecto de su propio cuerpo que se les inculca desde la infancia. ¿Cuántas veces has pensado en el peso que subiste o en la ropa que ya no te queda?

No te angusties, no estás sola en esto. Muchísimas mujeres han sentido que su comportamiento debe guiarse según lo dicta la sociedad sexista.

Foto: Pexels. Ketut Subiyanto.

Por qué los trastornos alimentarios son más comunes en mujeres

La imagen de un cuerpo femenino lo más delgado posible es un canon de belleza que puedes ver todavía en la publicidad, en las películas, series y programas televisivos. Aunque se han hecho esfuerzos por incorporar cuerpos diversos, parece que el camino aún es largo.

En el arte se puede ver una ruptura de los cuerpos gordos que se pintaban en el siglo XVI y cómo en la modernidad la gordura pareció desaparecer del arte. Este efecto se puede ver también en la moda, en el estándar de belleza con el que se hacen las colecciones así como la ropa que se vende en las tiendas.

Son pocas las prendas que tienen tallas grandes y aun menos son las marcas que toman en cuenta los cuerpos diversos.

Muchas mujeres tienden a rechazar la imagen de su propio cuerpo. Y la concepción que tienen sobre su imagen propia se ve atravesada por la cultura en la que viven así como en la sociedad donde se desenvuelven, explica Claudia Gabriela Terán Ledesma en su artículo “Relación entre los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y los ideales de belleza femenina”, de 2021.

También coincide con Terán Ledesma la doctora Catherine Preston, del departamento de psicología de la Universidad de York. Quien dice que las mujeres son más propensas a tener insatisfacción corporal, lo que las lleva a tener más desórdenes alimenticios.

Presión social y trastornos alimentarios

Foto: Imagen de freepik

Las presiones sociales son más exigentes y pesan más en la conciencia femenina. Un estudio publicado en PubMed Central, encabezado por Ruth H. Striengel-Moore, analizó los desórdenes alimentarios de un grupo de 23,134 personas. Los resultados mostraron que el 10% de las mujeres tiene al menos un atracón a la semana. Dos puntos porcentuales más que los hombres.

También fueron las mujeres quienes más se causan el vómito; 3.7% respondió que lo hacía mientras que solo el 1.5% de los hombres lo admitió.

Asimismo, las mujeres son más propensas a tener anorexia y alrededor del 2% de la población femenina tiene bulimia, de acuerdo con Eating Disorder Hope. Esto muestra un panorama en el que son las mujeres quienes se ven más afectadas por los TCA y su explicación tiene una relación estrecha con la presión social de la belleza que tienen los cuerpos femeninos.

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Cortisol: cómo la hormona del estrés afecta a las mujeres

Así es como el cortisol, hormona del estrés, afecta a las mujeres

La vida profesional y la vida personal a menudo implica resolver problemas a los que nos enfrentamos casi a diario, ocasionándonos estrés. Ante esto, nuestro cuerpo responde emitiendo alertas mediante la producción de hormonas, en especial el cortisol, que es la hormona que puede llegar a afectarnos y desequilibrar algunas funciones de nuestro cuerpo.

A continuación, te explicamos qué es el cortisol y cómo la hormona del estrés afecta a las mujeres.

Qué es el cortisol

De acuerdo con la Clínica de Cleveland, el cortisol es una hormona que afecta a casi todos nuestros órganos y tejidos del cuerpo, y que es producida y liberada por las glándulas suprarrenales.

Siendo el cortisol una hormona glucocorticoide, suprime la inflamación en todos los tejidos corporales y controlan el metabolismo de los músculos, la grasa, los huesos y el hígado.

Es denominada como la hormona del estrés porque es liberada en respuesta a la presencia de una situación difícil que causa preocupación o tensión mental, y como regulación del cuerpo al estrés.

Cuando esto sucede, nuestras glándulas suprarrenales liberan cortisol, lo que desencadena una serie de respuestas diseñadas para ayudarnos a manejar la situación, incluido el aumento de la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo como fuente instantánea de energía, así lo informa el sitio Elara Care.

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Cortisol: cómo la hormona del estrés afecta a las mujeres

El cortisol realiza varias funciones en nuestro cuerpo; en nosotras, las mujeres, afecta nuestro ciclo menstrual y el equilibrio de las hormonas, lo que provocaría, según el Elara Care:

Síntomas físicos y emocionales

Debido a las alteraciones hormonales influenciadas por el cortisol que experimentamos las mujeres, se desencadena el síndrome premenstrual a la par de cambios emocionales, ansiedad o depresión.

Interrupción del ciclo menstrual

El estrés crónico interfiere en las hormonas que regulan nuestro ciclo menstrual, lo que puede provocarnos periodos irregulares o amenorrea.

Afectaciones durante la ovulación

El estrés puede intervenir en el aumento de la hormona luteinizante, necesaria para la ovulación, lo que provoca ciclos en los que no se produce la ovulación.

Problemas de fertilidad

Debido al impacto del estrés en nuestro ciclo menstrual y lo que conlleva, puede afectar la fertilidad. El estrés crónico en las mujeres incide en el equilibrio hormonal, por lo que se puede tener dificultades para concebir.

Impacto en terapia hormonal

En el caso de las mujeres que reciben una terapia hormonal, los niveles altos de la hormona del estrés pueden afectar la eficacia del tratamiento.

Niveles de progesterona

La progesterona es clave en la fase lútea de nuestro ciclo, por lo que el estrés puede desviar el precedente de la de la progesterona y producir más cortisol afectando más a la regularidad menstrual y la salud reproductiva en general.

Cómo saber tus niveles normales de cortisol

Los niveles altos de cortisol pueden ser un indicador de algún crecimiento excesivo de la glándula pituitaria, que es la encargada de liberar hormonas que influyen en muchas de nuestras funciones corporales.

Lo recomendable es ir a consulta médica y solicitar una prueba de laboratorio, pero fácilmente puedes detectar niveles altos de cortisol si sientes que tu nivel de energía es muy bajo.

Otros síntomas que señala el sitio Women´s Health son la debilidad en la fuerza muscular, dolores de cabeza, aumento de la presión arterial, dificultad de concentración, cambios de humor y depresión, problemas en la piel y el cabello por mencionar algunos.

Dormir bien, hacer ejercicio con regularidad y establecer límites antiestrés son algunas cosas cotidianas que podemos hacer para mejorar nuestros niveles de cortisol. Si experimentas altos niveles de estrés consulta a un especialista de la salud.

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Cómo saber si tienes el ‘síndrome de la chica buena’

Cómo saber si tienes el 'síndrome de la chica buena

Muchas mujeres cargan en sus vidas con comportamientos dañinos que derivan de tratar de complacer a todo el mundo o buscar aprobación de manera constante. Cuando no se obtiene esto último, pueden llegar a sentir que no son queridas o que su valor como persona disminuye. ¿Has escuchado del “síndrome de la chica buena”?

Casi todas hemos conocido a alguien que siempre se preocupa en exceso por lo que los demás piensan o por lo que otras personas necesitan, al punto en que prefieren hacer a un lado sus propias necesidades, intereses o límites. Esto puede dañar significativamente el bienestar de esa persona.

Qué es el ‘síndrome de la chica buena’

De acuerdo con Cleveland Clinic, el “síndrome de la chica buena” no es un trastorno catalogado como tal, en realidad es más un fenómeno que fácilmente puedes identificar en las redes sociales y que ha ganado relevancia por los efectos reales que causa en la salud física y emocional.

Este “síndrome” se relaciona con comportamientos interiorizados por muchas mujeres como producto de una sociedad sexista que asigna estereotipos y se aferra a los roles de género. Es la adopción exacerbada de rasgos que se elogian típicamente en las niñas, que tienen que ver con cómo las mujeres durante su infancia interactúan con el entorno.

¿Cómo es una niña buena? Es tranquila, se preocupa por los demás y no causa problemas, como explica el portal HealthShots. Tal “síndrome” deriva de las expectativas estereotipadas de cómo deberían ser o actuar las mujeres, y que si no se comportan de la manera esperada no serán queridas.

Cómo saber si tienes el ‘síndrome de la chica buena’

Como ya se mencionaba anteriormente, este síndrome no es una afección de salud mental que pueda ser diagnosticada como tal. Los rasgos o conductas adoptados pueden ir causando daño poco a poco hasta llegar a un extremo. Por eso es importante identificarlos (incluso sin necesidad de ponerles un nombre), para poder buscar ayuda.

Existen un conjunto de rasgos que te pudieran hacerte actuar de una manera en la que no eres auténtica, en que te reprimes para ser la “chica buena”; podrían estar afectando tu vida cotidiana, tus relaciones y tu salud mental.

Algunos rasgos que se asocian con el “síndrome de la chica buena”, son los siguientes.

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1. Tratar de agradar a los demás

Este signo es el más común entre las mujeres que manifiestan el “síndrome de la chica buena”. Se trata de constantemente complacer a los demás y estar de acuerdo con ellos siempre, al punto en que te sientes valorada y aprobada cuando satisfaces las necesidades de los demás, cuando haces feliz a otros o cuando sabes que le agradas a otros.

Es posible obsesionarse con satisfacer necesidades inalcanzables como ser la pareja perfecta, la amiga perfecta o la mamá perfecta, rechazando lo que eres: una mujer con virtudes y defectos, como cualquier persona.

2. Perfeccionismo

No es algo malo tratar de ser ambiciosa y tener grandes metas y expectativas, pero el problema radica cuando empiezas a basar lo que eres dependiendo de lo que logres y cómo a través de eso te perciben los demás. Te esfuerzas ya no por ti, sino por la opinión externa, buscando siempre los buenos comentarios de los demás.

3. Anteponer a otras personas

Las mujeres con el “síndrome de la chica buena” pueden sacrificar o negar lo que realmente quieren o piensan por los deseos de otra persona. Antepones las necesidades de los demás sobre las tuyas.

4. Problemas con la imagen que tienes de ti

Al atarte al “síndrome de la chica buena”, la influencia de los demás puede impactar hasta en la percepción de tu físico, sintiendo la necesidad de verse de cierta manera por complacer o seguir estereotipos, llegando a adoptar cánones de belleza irreales y conductas autodestructivas.

Si te sientes identificada con estos signos, recuerda que recibir asesoramiento es un primer paso para poder liberarte de conductas o comportamientos autodestructivos. Tomar terapia te ayudará a identificar y valorar tus sentimientos, además aprenderás a poner límites y ponerte como prioridad a ti. Puedes buscar apoyo mediante tus seres queridos para encontrar ayuda profesional.

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Mujer trabajadora: cómo saber que sufres de productividad tóxica

Cómo saber que sufres de productividad tóxica

Sabemos que ser productivas es esencial para poder obtener resultados en las distintas áreas de nuestra vida, desde que estudiamos hasta que nos desarrollamos en el ámbito laboral. Sin embargo, hay una delgada línea entre esforzarnos constantemente y caer en un exceso que amenace nuestro bienestar. Por eso te contamos sobre la productividad tóxica.

La productividad tóxica es el impulso de todo el tiempo hacer algo enfocado hacia una meta más grande o un futuro más próspero. Es decir, querer realizar tareas importantes en todo momento, que van desde del trabajo y las diferentes áreas de tu vida. Es una exigencia extrema poco saludable para poder lograr más, a expensas de nuestra salud física y emocional, así lo indica el blog de la plataforma Asana.

Cuando se sufre de productividad tóxica, dejas de disfrutar tus actividades cotidianas y te sobreesfuerzas durante periodos largos, lo que te ocasiona un agotamiento no solo físico, sino pone en riesgo tu salud mental.

Qué causa la productividad tóxica

Actualmente, como sociedad damos un gran valor a la productividad, tenemos una cultura que glorifica el trabajo duro sin descanso hasta lograr el éxito y que menosprecia el ocio o la idea de “hacer nada”.

En gran parte, esta cultura se sigue reproduciendo gracias a las redes sociales, donde hay celebridades, influencers, motivadores y gurús que comparten rutinas idealizadas que no reflejan la realidad de todas las personas (lo cual, de entrada, es imposible). Esto puede ocasionar un sentimiento de culpa si no avanzas a la par que el resto, así lo indica Asana.

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De acuerdo con el sitio Accelerate de la Universidad de Utah, dentro de muchas grandes organizaciones los empleados se esfuerzan por sobresalir entre los demás y en ocasiones se genera una competencia poco saludable y una productividad tóxica para cumplir con los objetivos laborales. En conjunto con la tecnología, incide en los límites entre el trabajo y la vida personal.

Cómo saber que sufres de productividad tóxica

Trabajar bajo un determinado nivel de productividad está bien y es necesario, así como es importante esforzarte, tener ambiciones y querer ser mejor. Por eso, puede resultar difícil reconocer que tienes un problema de productividad.

La productividad tóxica se manifestará diferente en cada una de nosotras, pero estas son algunas señales que deberías tomar en cuenta, de acuerdo con Asana y Accelerate.

1. Trabajas más horas de lo regular

Está bien dedicar algunas horas extra para terminar algún pendiente; en la mayoría de los trabajos hay periodos de mayor actividad o de mucha presión. Sin embargo, hacerlo de manera recurrente puede volverse un hábito tóxico.

Por ejemplo, si has acaparado tus fines de semana para ponerte al corriente antes de que empiece oficialmente tu jornada en lunes, es posible que exista un problema.

Hay que tener en cuenta la diferencia entre el exceso de trabajo y la productividad tóxica: si trabajas extra por elección puede ser tóxico, a comparación de si lo haces por una necesidad.

2. Culpa por no hacer lo suficiente

A menudo se hace el esfuerzo por realizar la mayor cantidad de trabajo fuera de los límites razonables. Puede que tengas expectativas poco realistas y existe culpa si no avanzas a la par de los demás.

Si a menudo sientes culpa porque “no estás haciendo lo suficiente”, podrías ser víctima de la productividad tóxica.

3. Realizas actividades solo si son con un propósito

Cuando sufres la productividad tóxica, las actividades de ocio te pueden parecer una pérdida de tiempo si no te ayudan a lograr un objetivo. Es posible que tomarte un par de horas para ir a tomarte un café con alguien o hacer un maratón de tu serie favorita suene como algo irracional.

4. Dejar de lado el cuidado personal

Quitarte actividades como el descanso, hacer ejercicio, cumplir con revisiones médicas, practicar el autocuidado o pasar tiempo con amigas y familia, es una mala señal. Quien es víctima de la productividad tóxica es capaz de saltarse comidas por trabajar, o incluso dejar de ir al baño por lo mismo.

5. Sentir agotamiento

Cuando te esfuerzas demasiado durante un buen tiempo, es normal que aparezca el cansancio constante. Existen diferentes signos de agotamiento, puede ser físico y hasta mental al experimentar síntomas de ansiedad o depresión.

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Romper con la productividad tóxica

Somos humanas y necesitamos tiempo para descansar, lidiar con nuestros pensamientos y emociones todo para alcanzar un buen nivel de bienestar.

Romper el ciclo de la productividad tóxica no es tarea fácil, pero se puede lograr recuperar el equilibrio a través del establecimiento de límites en cuanto a horarios para recuperar tu tiempo libre, las metas realistas y la priorización de tu bienestar.

Siempre está la opción de buscar ayuda profesional, de manera independiente o con tu red de apoyo, si el problema se siente demasiado abrumador para ti.

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Qué significa romantizar tu vida y ser la protagonista de tu historia

Todas tenemos una rutina diaria en la cual es fácil caer en la monotonía y volver pesados nuestros días. A veces, nos olvidamos de que existen momentos de los cuales podemos disfrutar. Esos que nos convierten en el protagonista de nuestras historias.

Si pasas parte de tu tiempo en TikTok, sabrás que existe una tendencia en la cual se alienta a los demás a “romantizar su vida”. Pero, exactamente, ¿qué significa romantizar tu vida y ser la protagonista de tu historia?

Qué significa romantizar tu vida y ser la protagonista de tu historia

De acuerdo con expertos del sitio Poosh, romantizar tu vida y ser la protagonista de tu histes una manera de explorar a detalle todo aquello presente en tu vida cotidiana. Es decir, estar en contacto pleno con tus acciones, pensamientos y emociones a medida que avanza el día. La atención plena o al detalle, es un modo de mejorar la salud mental, ya que se ha demostrado que disminuye la ansiedad y la depresión, además de aumentar tu productividad.

La atención plena se trata de ser consciente de lo que sucede a tu alrededor sin juzgarlo y aceptar las cosas como son. Aunque puede parecer simple, cuando se vive en un entorno de ajetreo y alta productividad será difícil mantenerse presentes. Estar presente y apreciar lo que tienes en frente puede ser un acto poderoso que no necesariamente te consuma mucho tiempo, según el sitio Self.

En conjunto con la gratitud, romantizar tu vida puede mejorar tu salud mental. La gratitud es una herramienta que te permitirá avanzar de manera intencionada en tu vida, es decir, con un propósito, cual sea. Romantizar tu vida no se trata de ignorar lo negativo, en realidad de ahí parte el reformular las cosas y convertirlas en algo que te inspire y que realmente signifique algo para ti.

Romantizar la vida será diferente para cada una de nosotras, pues todo depende del significado de la alegría, que parte de concentrarse en los placeres simples y utilizarlos como una forma de amarte a ti y a la vida. Es ser la protagonista de tu historia.

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Romantizar tu vida para conectar contigo

A partir de la pandemia, el mundo quedó aislado y privado de actividades que previamente formaban parte para darle sentido a nuestra vida. Muchas de nosotras buscamos diferentes maneras de volver o de crear una nueva rutina “restringida”, que se adaptara a nuestra nueva forma de vida. En tiempo de pandemia tuvimos tiempo suficiente para reencontrarnos y conectar con nosotras mismas, aunque tal vez hasta este momento hay quienes aún no lo logran. Es por eso que romantizar la vida ayuda a la búsqueda de esos momentos en los que puedas sentirte bien y cuidar de ti.

Cómo empezar a romantizar tu vida y ser la protagonista de tu historia

De acuerdo con el sitio Poosh, estas son algunas formas en las que podrías romantizar tu vida.

  • Toma un buen baño. Relajarte con agua tibia puede resultar muy reconfortante.
  • Lee por diversión. Retoma la lectura fuera de lo que son las redes sociales o las noticias. Los cuentos, poemas o las buenas historias hay de sobra.
  • Desconéctate de tus dispositivos. Intenta apagar tu teléfono y sal a caminar.
  • Mejora tu rutina. Dentro de lo que ya tienes planeado, encuentra formas de darle un toque especial que la haga más disfrutable.
  • Pasa tiempo en la naturaleza. Sal y aprecia el mundo natural que te rodea. Práctica el ‘grounding’.
  • Establece conexiones significativas. Habla con amigas, familia, comparte con ellos y construye relaciones significativas.
  • Fíjate en las pequeñas cosas. Tómate el tiempo para apreciar los pequeños momentos de tu vida que normalmente pasarías por alto.

Romantizar tu vida te ayudará a encontrar esas cosas y cultivar toda una práctica en torno a ellas, pueden ir de las cosas más simples y hasta las más complejas si así lo deseas. El objetivo final es encontrar tu propia forma de estar presente y disfrutar la autenticidad de las cosas.

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Qué es la regla 52/17 y cómo usarla para ser una mujer más productiva

regla 52_17

A lo largo de nuestro día existen muchos distractores que nos hace procrastinar, lo que termina en que posterguemos las tareas que debemos hacer o las realicemos en más tiempo del debido. Así que, si quieres cambiar este mal hábito, Nosotras te presentamos la regla 52/17 para que seas más productiva en tu vida diaria. 

A continuación te explicamos en qué consiste este método y por qué podría ayudarte en tu escuela, trabajo o tareas diarias.

Qué es la regla 52/17

La empresa y app de productividad DeskTime dio a conocer un método denominado “regla 52/17”, con el cual muchas personas pueden mejorar su productividad diaria. Lo mejor de esta técnica es que es muy fácil de realizar y tiene un alto grado de efectividad. Lo único que debes hacer es concentrarte en las tareas que debes ejecutar durante 52 minutos seguidos y, al terminar, tomar un descanso de 17 minutos. 

De acuerdo con el portal HULT International Business School, el director ejecutivo de DeskTime afirmó que la razón por la cual esta fórmula es eficiente es porque el cerebro humano puede permanecer concentrado y alerta por casi una hora seguida sin que tenga que buscar alguna distracción. Es por esta razón que el descanso de 17 minutos es fundamental para que este método funcione a la perfección. 

Trabajar por periodos de tiempo prolongados sin un break de por medio es sumamente perjudicial para la productividad al momento de realizar las tareas en el trabajo o la escuela. Según la página web The Muse, la repetición de los deberes da como resultado que exista un aburrimiento cognitivo, lo que detiene la capacidad para lograr con éxito lo que se está haciendo. 

También indicó que el cerebro no está creado para concentrarse durante 8 horas seguidas, por lo cual es necesario tomar descansos cada cierto tiempo. No hay que olvidar también que una persona no puede ser productiva todo el día todos los días, pero sí podemos implementar métodos que nos ayuden a serlo la mayoría del tiempo sin descuidar nuestra salud mental y física. 

Cómo aplicar mejor la regla 52/17 en el día a día

Foto: Pexels. Enikő Tóth

1. Identifica tus horarios

Lo primero que se debe hacer es identificar si eres una persona que trabaja mejor de mañana, tarde o noche. Esto, con la finalidad de que sepas las horas en las que eres más productiva y en cuales necesitas descansar; así puedas crear un rutina diaria con base en las tareas que te cuestan más trabajo y los momentos en que probablemente las desempeñarás mejor. 

2. Reuniones cortas y con objetivos 

Este punto puede ser complicado debido a que no depende 100% de una persona, pero si existe una comunicación de por medio es posible lograr un cambio aunque sea pequeño. Muchas personas trabajan para empresas donde existe un fenómeno muy común que son las juntas de larga duración donde no se aporta nada; la mejor opción para estas reuniones es que las reuniones sean lo más cortas posible y con objetivos claros, esto hará que haya aportes significativos. 

3. Descansos efectivos

Tienes que tener claro que los 17 minutos de descanso los debes tomar lejos de tu área de trabajo. Aléjate de la computadora y sal a caminar un rato, ve por un café o simplemente platica con alguien sobre temas ajenos a los laborales.  También puedes ir a tomar un pequeño lunch o ver videos divertidos que te distraigan y bajen tu estrés. 

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Por qué las mujeres debemos dejar de intentar complacer a todos

Por qué las mujeres debemos dejar de intentar complacer a todos

Socialmente, a las mujeres se nos antepone priorizar las necesidades de los demás sobre las propias. De acuerdo con un estudio publicado por el Journal Psychology of Women Quarterly, nosotras tenemos más probabilidades que los hombres de adoptar conductas que nos silencien y repriman nuestros verdaderos sentimientos para evitar conflictos en nuestras relaciones interpersonales, dando como resultado el comportamiento de complacencia hacia a los demás. Hoy te contamos por qué las mujeres debemos dejar de intentar complacer a todos.

Según el estudio, las mujeres que presentan un alto comportamiento accesible o amable con los demás reportan mayores niveles de ansiedad y depresión, producto del agotamiento emocional.

Por qué las mujeres debemos dejar de intentar complacer a todos

La eterna búsqueda de agradar y complacer a los demás puede derivar de una preocupación de sentir que no se es suficiente y de no querer causar molestias a otros; entonces decir “sí” resulta mucho más fácil como esfuerzo de demostrar valía, creyendo solamente así se logrará la aprobación.

Una autora llamada Chimamanda Adichie ha sido una de las principales figuras en tocar este tema. Ella escribió el libro “Querida Ijeawele, o un manifiesto feminista en 15 sugerencias”, en donde aborda el tema de criar a una hija mediante aspectos como dejar de intentar agradarle a todos.

Su idea plantea enseñar a las niñas a ser ellas mismas, rechazando las ideas de género de agradar o complacer a todo el mundo; se trata de dejar de moldear lo que decimos con base en lo que los demás quieren escuchar.

Adichie se dio cuenta de que la sociedad, en el día a día y mediante los medios de comunicación, exige a las mujeres que complazcan a los demás: ya sea mediante los roles de género tradicionales (que incluyen actos de servicio), la exigencia de siempre ser amable o la idea de ser positiva en todo momento, por mencionar ejemplos.

Lo malo de intentar complacer a todos

De acuerdo con el sitio PsychCentral, cuando se complace a los demás de manera excesiva hay una forma de desconexión entre el verdadero “yo” y el “yo” que presentas al mundo, de manera que generas una versión idealizada de ti llegando a reprimirte tú misma.

Romper con el ciclo de complacer a los demás prioriza tus propias necesidades y deseos, lo cual te permitirá construir relaciones sólidas bajo tu autenticidad sin necesidad de agradar, manteniendo así un mejor bienestar emocional.

No se trata de comenzar a ser grosera o tratar mal a la gente, sino de establecer tus límites y respetarlos, además de pensar en tus necesidades antes que en caerle bien a alguien. Puedes respetar tus límites sin ser grosera y sin traspasar los derechos de los demás.

Cómo dejar de complacer a los demás

Si tienes dificultad para dejar de complacer a los demás, a continuación te enlistamos algunos tips que te pueden ayudar a detener tal comportamiento, esto según el sitio Women Rising.

  • Practica decir “NO”. Rechaza lo que no esté alineado a tus valores o intereses, recuerda que es importante priorizar tus necesidades antes que las de los demás. Puedes comenzar con cosas sencillas, como decir “no” a un compromiso social al que tu presupuesto no se ajusta.
  • Deja claros tus límites. Cuando algo no te guste, dilo de manera clara y respetuosa. Será esencial para cuidar tu bienestar y sentirte en equilibrio entre lo que quieres y lo que no estás dispuesta a permitir.
  • Sé autocompasiva. Sé amable contigo, la comprensión y el perdón serán fundamentales para mitigar tu crítica interna negativa.

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Red flags contigo misma

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¿Qué son las red flags? Este término se popularizó en redes sociales para definir señales de alarma en una relación -ya sea familiar, amorosa o laboral-, y a partir de ellas establecer límites sanos. Son como las tarjetas rojas del futbol pero en las relaciones interpersonales. 

Cuando detectamos red flags, entonces hay que expulsar comportamientos, conductas o personas de nuestras vidas en nombre del amor propio y la salud emocional y física. 

Puede ser más sencillo comenzar a detectarlas en nuestras relaciones con los demás, pero cuesta mucho cuando se trata de NOSOTRAS mismas, aunque debería ser al revés, pues siempre seremos nuestra relación más importante. Si quieres leer mis 10 mandamientos de amor propio, dale click AQUÍ

Nunca es tarde para mejorar y para romper conductas, creencias y limitantes socioculturales que no nos benefician, que van contra la evolución humana. Por ello quiero que hablemos sobre las red flags con NOSOTRAS mismas.

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¿Abusas de ti misma?

¡Qué pregunta tan fuerte! Sin embargo, es muy necesario responderla con sinceridad, porque solemos exigirnos tanto que terminamos drenadas y con cero autoestima. Ya les hablé en otra columna sobre por qué las mujeres nos exigimos mucho, puedes leerlo AQUÍ

Estas son algunas conductas comunes que son red flags contigo misma: 

  • La complaciente: Define a las mujeres que priorizan las necesidades de los demás, que quieren darle gusto a todo el mundo y les cuesta decir que no. ¿Cuántas veces has preferido quedarte en casa a descansar en vez de ir a una fiesta? Pero no lo haces porque te da miedo que se enojen contigo o el qué dirán. ¿Te das cuenta lo normalizado que tenemos no poder decirle NO a los demás para que no se ofendan?
  • Quiero ser tú: Vivimos comparando nuestros cuerpos, nuestra estética, nuestros rasgos físicos, nuestros talentos, el poder adquisitivo y hasta la edad. ¡Basta! En el momento que entiendas que eres única e irrepetible, la vida te cambiará.
  • Bodega de sentimientos: El cuerpo no es una alacena de emociones y si lo usas así, te juro que se “echarán a perder” allí dentro y se terminarán manifestando en enfermedades que pueden ir desde leves hasta graves. No expresar lo que sientes y guardarte rencores y resentimientos es muy tóxico. 
  • La negativa: Si eres de las que piensan en los escenarios más catastróficos cada que se les presenta una situación complicada o no agradable, vibras en negativo. Lo único que haces con esto es sabotearte; además una atrae lo que cree. ¡Aguas!
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  • ¡Qué miedo!: Enfrentarte a lo desconocido genera incertidumbre y temor, pero justo atreverte a vencerlo es lo que te lleva a vivir tus sueños, a saltar el “charco” de la zona de confort. Recuerda que del otro lado de tus miedos está todo lo que deseas. 
  • No poniéndote límites: Tú misma sabes lo que te hace bien y lo que no y hablo de cosas tan rutinarias como trabajar más horas de la cuenta, no comer a tus horas, no descansar o abusar de los vicios.
  • Control freak: Querer controlarlo todo y a todos es una de las red flags más tóxicas. Acepta que hay cosas que no están en tus manos y, por lo tanto, déjalas fluir. ¡Suelta, mujer!
  • El silencio de la inocente: Callar por pena o miedo y no preguntar es reprimirte. Si no te saben escuchar, entonces esa es una red flags con la otra persona, pero no quedó en ti. 
  • Culpable soy: Pedir perdón por cosas que no hiciste o asumir que los cambios de actitud de los demás son tu culpa es de lo peor que te puedes hacer. 

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  • Terminar vínculos tóxicos: Cuando notes que alguien abusa de ti, no te quedes, no mantengas a esas personas en tu vida incluso si son de tu familia. No te dejes controlar, manipular o herir, no eres un juguete. 
  • El síndrome de la impostora: No creer en ti misma y no sentirte merecedora de amor, éxito, dinero… es la red flag más letal que te puedes poner. 
  • Tiempo para ti: Si no te das tiempo de calidad a ti misma, entonces te estarás alejando de aquello que amas y te da paz. 

Si detectaste alguna o varias red flags que tú solita te has colocado, entonces es momento de hacer cambios en tus comportamientos. Las relaciones se construyen día a día, así que nunca es tarde para comenzarte a amar, procurar, priorizar y construir tu mejor versión.

Qué hacer si tu amiga está en una relación tóxica

Qué hacer si tu amiga está en una relación tóxica

A casi todas nos ha pasado que no nos cae bien la pareja de una amiga. Pero, más allá de eso, hay relaciones que se pueden identificar como tóxicas o dañinas y que nos pueden causar preocupación por un ser querido. Si te encuentras en esta situación, hoy te decimos qué hacer si tu amiga está en una relación tóxica.

Puede que tu amiga no sepa que está dentro de una relación tóxica, por ende le costará trabajo reconocerlo. Si ella lo sabe, posiblemente tiene dificultad para expresarlo o salir de ese ciclo. En ambos casos, requiere tu comprensión y apoyo de la manera más respetuosa posible.

Qué hacer si tu amiga está en una relación tóxica

Como explica el sitio web de ayuda del gobierno de Massachusetts, tu amiga es quien debe decidir si termina con la relación tóxica. Mientras tanto, es importante que le muestres tu apoyo, respetes sus sentimientos y le demuestres que te preocupas por ella.

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1. Demuestra preocupación

Acércate a tu amiga con la mente abierta y expresa las cosas que últimamente te han causado preocupación de ella estando en su relación. No discutas sobre su punto de vista, recuerda que lo importante es brindarle confianza para que pueda contarte por lo que está pasando.

Haz preguntas abiertas y desde la curiosidad, advierte Psychology Today. No asumas cosas sin estar segura y no pongas juicios de valor en tus preguntas.

Enfoca tus preguntas hacia cómo se siente ella o cómo percibe su relación, no hacia la otra persona. La idea es generar confianza para discutir el tema y le ayudará a hablar de la relación.

Tengan una conversación lógica, honesta y basada en los hechos, sobre las inquietudes, opiniones y observaciones de ambas.

2. Evita hacer juicios o críticas

El hecho de recordar que somos humanos es aceptar que estamos propensas a cometer errores y está bien. Las emociones, interpretaciones y experiencias de cada quien en el amor no son iguales, explica el portal MindBodyGreen; por más que estés en desacuerdo con tu amiga sobre su percepción, no hagas acusaciones fuertes o crueles.

Tal vez desde fuera la situación parece frustrante o los problemas son evidentes, pero no es posible tener su perspectiva. Por eso debes moderar tus comentarios y juicios.

Deja que se desahogue y haz preguntas para poder comprender poco a poco la situación y poder ayudarla.

3. Escúchala

Escucha de manera paciente. Deja que sea vulnerable y se exprese libremente; si siente que alguien la escucha activamente, la conversación puede fluir de mucha mejor manera y afianza la noción de que estás ahí para ayudarla.

4. Lo que debes recordarle

Durante sus conversaciones sobre el tema, recuérdale que ella merece respeto, honestidad y comunicación abierta.

Si hay una situación de violencia, ayúdale a ver que el abuso nunca está bien y que nunca es por su culpa.

5. No te distancies de ella

Es normal sentir el impulso de alejarte cuando eres testigo de una relación que hace daño a alguien que quieres. Sin embargo, es importante no hacerlo. Mantén el contacto porque tú podrías ser la persona que le ayude a tu amiga a salir de esa relación tóxica.

6. Sé honesta

Si tu amiga te pide tu opinión dile la verdad, no lo que ella quiera escuchar, pero siempre con gentileza. Ser directa y honesta sobre lo que piensas de la situación hará que tu amiga valore tu preocupación por cuidarla. Dile la verdad sobre lo que notas en su relación, dale consejos y apoyo.

Si no sabes cómo aconsejarla, también está bien. Existen otras formas de poder ayudarla, por ejemplo incentivarla para que tome terapia o ambas buscar ayuda profesional en casos donde existe violencia.

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Los beneficios para las mujeres de escribir un diario

Los beneficios para las mujeres de escribir un diario

Escribir un diario parece un acto romántico, en el que le hablas a una libreta sobre tus sentimientos y los sucesos que te han pasado. Pero, ¿cuántas veces te has detenido a pensar si esta práctica le puede traer beneficios a tu salud mental? Tal vez esto parece poco creíble, pero en realidad hay estudios que comprueban los beneficios de escribir un diario.

Desempolva esa libreta bonita que te regalaron en un cumpleaños o que compraste por impulso, porque podría servirte para bajar tus niveles de estrés y despejar tu mente.

Los beneficios para las mujeres de escribir un diario

beneficios de escribir un diario
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Las mujeres en México tienen más síntomas depresivos que la población masculina. La primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021 mostró que, en promedio, el 19.5% de las mujeres en el país tienen síntomas depresivos, frente al 10.7% de los hombres.

Esto indica que la población femenina necesita estrategias para sobrellevar la depresión y otros problemas de salud mental. Aunque lo mejor es acudir con un especialista, como un psicólogo, también hay estrategias que es posible emplear como acompañamiento a tu terapia. Entre ellas se encuentra escribir un diario.

Escribir sobre los pensamientos que se relacionan con tus preocupaciones o tristezas ayuda a disminuir la depresión después de la cuarta semana de uso, indica el estudio “An everyday activity as a treatment for depression”, liderado por Katherine M. Krpan y publicado en 2014.

Sin embargo, esta práctica debe llevarse de la mano con un tratamiento psicológico o psiquiátrico.

Asimismo, los beneficios pueden observarse con la ansiedad. Cuando escribes sobre un pensamiento intrusivo, es posible que lo saques de tu mente y veas otras perspectivas.

¿Cuándo escribir un diario?

No es necesario ni recomendable escribir inmediatamente después de que tuviste un evento traumático o después de que tuviste una crisis, indica la publicación WebMD. Sin embargo, es algo que puede ayudarte a relajarte o acompañar tu terapia durante distintos momentos de tu vida.

A pesar de su nombre, no es una práctica que deba llevarse estrictamente todos los días. Puedes tener una entrada hoy y una en dos semanas, o una en dos meses. Sin embargo, procura no dejarlo completamente e intentar retomarlo siempre que puedas.

De igual forma, no es importante el formato que lleve el diario; por ejemplo, puede ser una libreta o un archivo escondido en la carpeta más profunda de tu computadora. También las modalidades de estilo pueden cambiar: si eres una persona que disfruta hacer dibujos en los márgenes, pegar stickers y pegar recortes de revistas, está perfecto. También hay quienes solo desean llenar de palabras las páginas, y esta opción también es correcta.

Por otro lado, también es recomendable que no solo te centres en describir momentos de tu día a día. Para que realmente sirva como contención, debes explayarte en los sentimientos y pensamientos que tuviste.

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El día que me mostré vulnerable

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Una manera de medir la fortaleza de las personas parece ser qué tanto no muestran sus emociones, no lloran, no sienten y van por la vida sin sentirse vulnerables. El famoso “los hombres no lloran” o “no es para tanto”. Por otro lado, “las mujeres son muy sensibles” o “ya no llores”. Así van creciendo los juicios y creencia sociales en torno a la fortaleza y ser vulnerable.

Todas estas creencias nos van inhibiendo el sentir, la capacidad de reconocer las emociones y entender cómo estamos, que a la larga tapar todo eso se puede manifestar en el cuerpo físico llevando a la enfermedad.

Un acto de valor

Para muchas personas validar lo emocional es mostrar vulnerabilidad, lo que se traduce en debilidad. Sentir y vivir emociones es lo normal, lo correcto, todas las sentimos, más no todas las escuchamos. Ellas nos dan información, nos permiten experimentar la realidad, empatizar y conocernos.

La vulnerabilidad es un acto de valor al rodearnos por constantes juicios sobre no sentir o expresar. Es también un acto de amor propio y cuidado a nosotras mismas. Abrir el corazón, la mente y el cuerpo a sentir enojo, amor, tristeza, entusiasmo, felicidad y rabia, además de ponerle nombre a eso, nos lleva a un camino interior profundo que va de la mano con la transformación interior y el crecimiento personal. Si no hacemos consciente algo, no podemos cambiarlo o utilizarlo a nuestro favor.

Cuando nos mostramos vulnerables nos abrimos a posibilidades de cambio como una nueva pareja, trabajar el amor propio, un cambio de trabajo o inclusive el lugar donde vivimos, para encontrarnos con espacios más acordes a nosotras y nuestro rumbo.

El día que me mostré vulnerable

En mi vida uno de los momentos más vulnerables me abrió dos de los caminos más enriquecedores y especiales. Externalizarlo, hablarlo y ponerle nombre a mi sentir permitió desbloquear esos miedos que impedían mi crecimiento.

Este momento fue la búsqueda de ser mamá, lo cual me enfrentó con un tratamiento de reproducción asistida y florecieron mis juicios del proceso, miedos del mismo y de la maternidad. Esa voz interna de juicio a mí misma creció. Me cuestioné por meses por qué yo estaba ahí hasta que un día me encontré con una sesión de ‘sound healing‘ con cuencos, lo que me llevó a llorar sin parar, a sentir y cambiar mi pregunta al “para qué”.

Mostrarme vulnerable me ayudó a reconocer mi fortaleza, perseverancia y también soledad, tristeza y enojo conmigo y el proceso; también ayudó a reconocer qué quería yo en ese momento y tener valor para realizar cambios.

Aquí surgen estos dos caminos especiales: el primero fue y es convertirme en mamá, y el segundo es el ser terapeuta de sonido y acompañar a otros en sus caminos para sentir y brillar.

A partir de ese momento se han abierto momentos en mi vida que nunca imaginé, que de quedarme en mi zona de confort, esa frustración y miedo solo se encierran hasta explotar y manifestarse como enojo con otros y rezago en mi trabajo.

A ti que me lees te invito a escucharte, a platicar contigo para abrir esa vulnerabilidad y permitirte sentir, escuchar tu interior y mover eso que se requiere para brillar. El camino no es cómodo ni fácil, tampoco es rápido; sin embargo, ese camino nos permite llegar a nuestra versión más expansiva, de amor y apapacho a nosotras mismas.

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Por qué las mujeres víctimas de acoso experimentan culpa

mujeres víctimas de acoso experimentan culpa

El acoso es uno de los problemas que sufren las mujeres en su día a día, al punto en que todas lo hemos experimentado al menos una vez en diferentes grados o circunstancias. El acoso sexual afecta de manera directa la salud mental, de manera que incluso las mujeres que son víctimas de acoso experimentan culpa entre las repercusiones. ¿Por qué pasa esto?

Actualmente todavía cargamos con muchos prejuicios como sociedad, muchos de los cuales permiten que las mujeres sigamos viviendo el acoso y nos echemos la culpa de experimentarlo.  

Por qué las mujeres víctimas de acoso experimentan culpa

Foto: Karen Barrón

Una de las primeras reacciones cuando pasas por una situación de acoso es sentir culpa, pensar qué hiciste mal o cómo pudiste haber evitado una acción de violencia que cometió otra persona en tu contra. La sociedad nos ha enseñado que probablemente esa situación te pasó porque algo hiciste para incitar aquel comportamiento.

Como explica un documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre los efectos del abuso sexual en la salud mental, “la razón por la cual las víctimas de violación se culpan a sí mismas en lugar del agresor es que las mujeres en general se han socializado en un contexto sexista y han internalizado normas discriminatorias”.

Basta con leer comentarios de redes sociales para ubicar cómo la culpa se sitúa en las víctimas, no en los agresores. “No debió vestir así”, “no se da a respetar”, “algo le hizo para merecerlo”, son frases que comúnmente vemos y que denotan la misoginia que existe en la sociedad.

De acuerdo con NCB News, las mujeres que sufren una experiencia de hostigamiento tienen altas probabilidades de desarrollar principios de depresión y ansiedad. Esto como consecuencia de un trastorno de estrés postraumático, especialmente si esta situación se dirige a una agresión física o sexual. 

Lo primero que hay que entender es que la víctima nunca es la culpable del acoso que recibe y que sobrellevar esta situación es complicado, debido a que la mente es la que sufre las consecuencias de esta agresión y procesar las emociones, incluido el estrés, que es una de las primeras reacciones que se presentan tras haber recibido un acto de violencia. 

Un estudió reveló que el 90% de las mujeres que sufrieron acoso presentan signos de estrés agudo, que si no se trata a tiempo puede desencadenar problemas de salud mental. Estos síntomas se pueden volver más llevaderos con el apoyo de personas cercanas y de especialistas para una recuperación completa. 

Reconocer que NO tenemos la culpa es el primer paso

El sentimiento de culpa provoca que sea difícil poder contarle a alguien sobre la situación por miedo a sentirte juzgada. Antes que todo, recuerda que esos pensamientos son erróneos, pues el único culpable es el agresor; tampoco olvides que no estás sola, existen muchas redes de apoyo que te pueden ayudar en esta situación.  

Existen algunos consejos de parte del portal Rape Crisis que puedes poner en práctica para que estos pensamientos no te atormenten y puedas hacer más llevadera la situación. El primer paso es identificar estas afirmaciones que te hacen sentir culpa, tal como “me lo merecía”, “no debía”, etc. Identifícalas y reconoce que son erróneas.

Después de esto puedes poner en práctica pensar en ti como una amiga, y preguntarte: si ella se encontrara en tu situación, ¿la culparías? Este ejercicio tiene el objetivo de volverte más amable contigo misma y darle otra perspectiva a esta emoción. 

Comienza a decirte afirmaciones positivas, como “soy valiente”, “no merezco esto”, entre otras. También funciona decir los argumentos de por qué crees que tienes la culpa y después argumentos de por qué no la tienes. 

Recuerda que estas actividades solo funcionan como ayuda complementaria, ya que lo ideal es acudir con un especialista en la salud mental y recurrir a tu red de apoyo. 

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Positividad tóxica, un trend que las mujeres debemos ignorar

Liberar nuestras mentes de pensamientos o emociones negativas y no sentir nada más que felicidad, parece buena idea. Pero no podemos carecer todo el tiempo de las emociones difíciles, simplemente porque no es acorde con la vida real. La presión por ser o parecer optimistas ante situaciones adversas cada vez más va ganando popularidad. Se nos exige dejar de quejarnos y ser agradecidas por todo, invalidando el dolor y dando origen a un término que se ha denominado positividad tóxica.

Si no tenemos una gestión y un equilibrio sano entre pensamientos y emociones, existen riesgos de desarrollar problemas de salud mental. Esto es lo que puede causar la positividad tóxica, un trend que las mujeres debemos ignorar y del que hoy te contamos.

Positividad tóxica, un trend que las mujeres debemos ignorar

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De acuerdo con Psychology Today, la positividad tóxica se entiende como el acto de evitar, reprimir o rechazar las emociones o experiencias negativas. Esto puede hacer que niegues tus propias emociones o que alguien más las niegue, insistiendo que las cambies por un pensamiento positivo.

Hay investigaciones, como la del Journal of Personality and Social Psychology, que indican que las emociones y experiencias dolorosas son parte de la vida; por más desagradables que sean, deben sentirse y abordarse de manera abierta y honesta para lograr aceptación y una mejor salud mental.

La positividad tóxica significa tener un enfoque de la vida de solo ‘good vibes’, dejando a un lado cualquier emoción que irrumpa con la armonía positiva, negando un apoyo para afrontar o lidiar con lo difícil que suponga un desgaste emocional. Es negar la realidad y negarte la oportunidad de gestionar tus pensamientos y emociones reales para alcanzar un bienestar.

Todas quisiéramos no tener momentos difíciles, que jamás ocurriera algo malo o que no tuviéramos bajones de ánimo. Pero no porque lo deseemos, va a ser así.

La positividad tóxica es una exigencia que nosotras mismas podemos sentir, que alguien más puede imponernos o que incluso podemos imponer en otras personas. No necesariamente es a propósito, pero los riesgos son reales.

¿Positividad tóxica u optimismo?

La positividad tóxica NO es lo mismo que ser optimista; en todo caso, podría explicarse como un optimismo llevado a un extremo poco saludable. Como explica la Asociación de Ansiedad y Depresión estadounidense, el optimismo se vuelve tóxico cuando pretende negar o reprimir toda emoción negativa.

Es posible ser optimista ante experiencias difíciles. Pero las personas que atraviesan un trauma no necesitan que se les diga que mantengan una actitud positiva o que sientan que se les juzga por no mantener una actitud positiva, así lo indica el sitio Verywell Mind.

La positividad tóxica puede afectar a las personas que atraviesan por momentos difíciles porque, en lugar de compartir lo que verdaderamente sienten, encontrarán que sus sentimientos no son válidos. Esto puede desencadenar vergüenza y culpa por no “poder ser” positivas ante una tragedia.

También evita abordar las emociones humanas descartando solamente las difíciles al no saber cómo manejarlas; es más difícil que una persona busque atención profesional o ayuda por parte de sus seres queridos si reprime lo que siente.

Señales de positividad tóxica

Aprender a reconocer las señales de positividad tóxica, incluso si son sutiles, puede ayudar a aceptar que se tiene un problema; posteriormente, el trabajo emocional podrás tratarlo en terapia con una profesional de la salud mental. Algunos signos de positividad tóxica, según Verywell Mind, son las siguientes.

  • No hacer caso de los problemas para no afrontarlos.
  • Ocultar los verdaderos sentimientos.
  • Minimizar los sentimientos de otras personas porque te incomodan.
  • Avergonzar o juzgar a otras personas cuando no tienen una actitud positiva.
  • Te sientes culpable por estar triste

¿Cuándo se vuelve tóxica la positividad?

Si alguien, o incluso tú misma, rechaza constantemente tus emociones negativas y si constantemente te sientes forzada a sentir o actuar de una manera falsa, es posible que esté en juego una positividad tóxica.

De acuerdo con el sitio Psychology Today, hay algunas investigaciones sugieren que buscar aspectos positivos es beneficioso en algunos contextos; por ejemplo, un mal día en el trabajo puede mejorar con optimismo y esfuerzo.

Si estás lidiando con un proceso de duelo, un momento difícil en tu vida o emociones complejas, lo mejor es pedir ayuda mediante tu red de apoyo o con una persona profesional. Pedir ayuda no te hace débil ni te quita méritos.

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Tips para ser una mujer más asertiva

ser una mujer más asertiva

La asertividad es una cualidad clave en tu vida personal y profesional, que te ayudará a comunicar de manera eficaz tus necesidades, deseos y límites ante los demás. Además, ayudará a que las personas comprendan cuál es tu posición y tus límites frente a cualquier situación. Es por eso que te contamos por qué es esencial y cómo puedes ser una mujer más asertiva.

La asertividad

De acuerdo con el sitio Better Up, se define como la capacidad de defender lo que crees, pero manteniendo la calma y una actitud positiva. Básicamente la asertividad es un rasgo de carácter que ayudará a lograr una comunicación eficaz y con más confianza. Cuando eres asertiva, puedes lograr tus deseos y necesidades sin sobrepasar el respeto por los demás.

La asertividad es una cualidad que puede ayudarte también a aumentar tu autoestima y reducir los niveles de estrés; además, un estudio publicado por el Iranian Red Crescent Medical Journal, demostró una reducción significativa de la ansiedad en estudiantes que recibieron entrenamiento en asertividad.

Al utilizar la asertividad, se emplea el respeto mutuo como parte de una habilidad de comunicación que transmite tu punto de vista. El comportamiento asertivo forja un camino para encontrar mejores soluciones que sean beneficiosas para ambas partes ante algún conflicto o situación, que ayudará a tus relaciones interpersonales en cualquier rubro social.

Tips para ser una mujer más asertiva

De acuerdo con Better Up y Harvard Business Review, estos son algunos tips para empezar a ser una mujer más asertiva.

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1. Aprende a decir NO

Uno de los rasgos más difíciles en general para las personas es que a menudo cuesta trabajo decir “no”, incluso cuando se traspasan nuestros límites. Aprender a decirlo es una manera respetuosa de comunicar y mantener los límites con los demás.

De acuerdo con una investigación realizada por Procedia, Social and Behavioral Sciences, simplemente saber decir “no” puede aumentar los niveles de asertividad y mejorar la salud mental.

Saber dar una respuesta negativa sin buscar aprobación inmediata es algo difícil, lo reconocemos. Sin embargo, es algo que puedes trabajar día con día y que trae muchas recompensas. Aquí te damos algunos tips.

2. Declara en primera persona

Practicar la asertividad se trata de lograr que se respeten tus necesidades y se valore tu punto de vista. Utilizar declaraciones en primera persona reforzará tu validación emocional o tu postura frente a cualquier situación porque estarás reconociendo y aceptando cómo te sientes ante lo que sucede, demostrando que tus sentimientos son válidos y tienen que ser comprendidos sin necesidad de que te juzguen.

3. Ensaya tus conversaciones

Ante la duda de cómo puedan sonar tus declaraciones en una situación real, puedes practicar antes lo que vas a decir, siempre manteniendo tus conversaciones claras y directas.

Practicar esta habilidad con el tiempo mejorará tu asertividad, beneficiándote en todas tus comunicaciones o relaciones.

4. Usa el lenguaje corporal

El lenguaje corporal es el lenguaje universal por excelencia, es sorprendente lo que el cuerpo puede comunicar a través de los movimientos sin necesidad de emitir palabra alguna. En conjunto, al hablar, mantener una postura erguida con la cabeza en alto y manteniendo contacto visual comunicará confianza y seguridad en ti misma y hacia los demás.

5. Mantente fiel a ti misma

Modificar tu estilo para ser más asertiva puede parecer poco auténtico, pero no tiene por qué serlo. No estás cambiando tu carácter; estás tomando decisiones deliberadas sobre cómo comunicar tus deseos, necesidades y opiniones. Siéntete libre de ser amable y empática, al mismo tiempo que eres firme mientras pides que se respeten tus límites y necesidades.

Para comenzar a ser más asertiva recuerda siempre establecer objetivos realistas para realizar pequeños cambios en tu comportamiento, y cúmplelos. Además, recuerda también que ser asertiva no es significado de ser agresiva. La agresividad es un comportamiento hostil e incluso violento hacia los demás.

Foto principal: Imagen de freepik

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La teoría ‘Let them’, para cuidar tu salud mental y priorizar tu paz

Aunque haya días complicados, este puede seguir siendo tu año

salud mental

Aunque nos ponemos metas muy altas (a mí me gusta hacerlo, porque me encantan los retos), nada me interesa más en esta vida que cuidar mi salud mental. Sin eso no hay nada. Sí, la salud física también es importante, pero hoy te quiero contar unos datos interesantes sobre la salud mental.

¿Has tenido un ataque de pánico? Si no, agradece con todas tus fuerzas que no has estado ahí, porque en ese minuto conoces el valor verdadero de la paz. Esos sentimientos de miedo, de amenaza, de perder por completo el control del rumbo que toma tu mente y hasta tener un exceso de estímulos, de preocupaciones, de angustia y ansiedad, pueden terminar en esos ataques en donde te desconoces por completo y te genera una impotencia DE OTRO NIVEL.

Nuestro cuerpo es demasiado sabio. Esto que te acabo de mencionar, podría considerarse una especie de simulacro que nos manda el cuerpo para despertar y poner un alto, antes de que llegue el verdadero temblor.

Leí un artículo que me encantó donde explicaba que todos tenemos dos áreas en nuestro ser, en nuestra vida, en quienes somos: el área física y el área emocional. Vámonos con este tema puntual y sin tanto rollo:

CUANDO PIERDES LA CONEXIÓN Y LA SINTONÍA ENTRE LO FÍSICO Y LO EMOCIONAL, empiezan a fallarte los cables, los cables de la congruencia, del amor propio, del autocuidado, del equilibrio y de tu paz. Son esas etapas donde parece que navegamos por la vida en piloto automático, en una constante rutina, como sobreviviendo en vez de estar viviendo de verdad.

Entonces, si te has sentido así, no pienses que será una constante o que el 2024 ya no luce tan esperanzador. Este sigue siendo tu año y cada año lo será, con todo y sus bajones y picos de alegría, de éxito y felicidad extrema. No perdamos de vista esas dos áreas de nuestro ser que lo son todo. De esta manera, cada día, podremos estar un puntito más cerca de las mujeres que soñamos ser. Y que muchas veces ya somos eso, y mucho más.

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