Por qué no depilarse los vellos de las axilas es objeto de crítica

No depilarse los vellos de las axilas en la actualidad puede considerarse una reafirmación de amor propio, pero como cualquier actitud que está fuera de la norma, es objeto de crítica. La decisión de depilarte o no te corresponde únicamente a ti, pero a veces la sociedad actúa como si no lo fuera.

La actitud sexista que permea a nuestra sociedad ha empujado a las mujeres a seguir ciertas normas impuestas para que encajen en el ideal de mujer. Una de estas reglas que se nos exigen es depilarnos.

Sin vello para ser bella

Desde que llegamos a la adolescencia o quizá un poco antes se nos inculca la vida de “sin vellos”. Depilarnos es casi una obligación.

Al mostrar nuestras axilas, piernas y brazos a muchas personas les resulta inaudito que pueda asomarse el vello de nuestro cuerpo por ahí, así que será mejor recortarlo.

El vello en las mujeres es tomado como sucio, impuro e incluso repulsivo. Éste crece una y otra vez en nuestro cuerpo y hay quienes llegan a depilarse diario por la necedad del vello por seguir existiendo.

Existen múltiples tratamientos a los que nos sometemos para que extinguirlo o recortarlo: rastrillos, rasuradoras, cera fría, cera caliente, cremas, geles y hasta láser.

¿De dónde salió la idea?

En siglos pasados, sociedades occidentales encontraron en retirar el vello del cuerpo una manera de combatir distintas enfermedades y parásitos, especialmente en comunidades con acceso restringido al baño, explica un artículo de Smithsonian; cabe mencionar que aquí no estamos hablando de género. Por esta razón, para principios de 1900 la ausencia de vello se asociaba con higiene básica. Sin embargo, la realidad es muy distinta en los tiempos actuales.

Los estándares de belleza en Estados Unidos (y, por consecuencia, en países como el nuestro) cambiaron a partir de la creación de los rastrillos. A principios del siglo pasado, empresas manufactureras de navajas para afeitar buscaron expandir su marcado promoviendo la idea de que el vello corporal en mujeres era algo masculino, poco delicado y antihigiénico. Y aquí estamos, más de 100 años después, pagando por las consecuencias.

La moda que imperó en los años veinte del siglo pasado reforzó esta idea, mostrando tops y vestidos sin mangas que implicaban rasurar partes del cuerpo que antes no estaban visibles; las empresas hallaron la oportunidad perfecta para alentar a las mujeres a depilar sus piernas y axilas.

¿Para qué existe el vello?

Bueno, si alguna vez te has aventurado a dejarte el vello axilar, por ejemplo, podrás notar que tus axilas sudan menos. Y es que los vellitos del cuerpo sirven para regular temperatura de las zonas donde se encuentra y proteger la piel, de acuerdo con Perspirex.

Si rasuras tus genitales o axilas probablemente les estarás quitando su barrera protectora y estarás más expuesta a que estos se irriten o infecten.

Los vellitos son bellitos y tienen funciones en tu cuerpo, por eso existen.

Los vellos en las axilas como objeto de crítica

Actualmente muchas mujeres han decidido decirle adiós a la depilación, pues encontraron beneficios y comodidad de no continuar con esta práctica.

Adoptaron el no depilarse como una liberación y andan con sus axilas felpudas por todas partes.

Sin embargo, como siempre, a la sociedad no le parece que las mujeres hagamos uso de nuestra libertad de decisión pues esto no se ajusta al ideal femenino.

Frecuentemente somos juzgadas y criticadas por llevar puesto algo que simplemente es natural y es parte de nosotras, nuestros vellos.
Tal es el reciente caso de la famosa intérprete de “Regina George” en “Mean Girls”, Rachel McAdams, quien fue duramente criticada tras las fotografías tomadas por la revista Bustle.

En ellas se muestra a la actriz posando con un corsé y un vestido, con los que por supuesto vemos sus axilas y están sin depilar.

Usuarios de las redes sociales no hicieron esperar sus comentarios negativos y la actriz expresó que simplemente se mostró sin ediciones ni maquillaje, 100% natural, que es como quiere que la vea la gente.

Depilarse es una decisión y cada mujer tiene la libertad de elegir si quiere hacerlo, cuándo lo hará o si definitivamente lo descartará de sus actividades.

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