Por qué no deberías frotar hielo directamente sobre tu rostro

El truco de frotar hielo sobre el rostro se convirtió en uno de los ‘beauty trends’ más exitosos de los últimos años, ganando popularidad rápidamente gracias a los supuestos “efectos milagrosos” que trae para la piel. Sin embargo, puede que su “magia” no sea totalmente funcional en todos los casos, implicando algunos riesgos si se aplica directamente sobre el cutis.

Te contamos por qué no deberías frotar hielo directamente sobre la piel de tu rostro.

Por qué se usa hielo en la cara

Foto: iStock

Los efectos de frotar hielo en el rostro son prácticamente los mismos que tendría sobre cualquier otra zona del cuerpo en la que sea aplicada. De acuerdo con un estudio de American Academy of Pediatrics, el frío tiene la capacidad de disminuir la circulación, el ritmo de la actividad metabólica, adormece la piel y reduce la hinchazón.

Esta última de sus propiedades es la que le ha valido ser considerado como un aliado para las rutinas de skincare. Sobre todo en aquellas que tienen como propósito calmar la rojez ocasionada por imperfecciones o brotes.

Muchos de los trends que incluyen al hielo como un esencial del cuidado de la piel, recomiendan frotarlo directamente sobre la cara por las mañanas. Esto con el fin de reducir la inflamación que adquiere mayor intensidad al despertar.

Lo que no considera esta técnica es que la acción de frotar hielo en el rostro directamente es considerablemente distinta a hacerlo a modo de compresas o parches, puesto que ahí se dosifica el impacto que tendrán las bajas temperaturas. En tanto, hacerlo sin barreras expone completamente a la dermis, lo que puede ser perjudicial al considerar que la dermis de la cara tiene mayor sensibilidad que la del resto del cuerpo.

Riesgos de frotar hielo directamente en el rostro

frotar hielo sobre el rostro
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  1. Quemaduras. Al frotar hielo sobre el rostro y como consecuencia de la disminución en el flujo de circulación, pueden generarse quemaduras leves que adquieren una tonalidad rojiza parecida a un rasguño.
  2. Brotes acneicos. La piel de la cara es sumamente sensible y requiere de que cualquier objeto o producto que se aplique sobre ella esté limpio. Tratándose de hielos esto no es una garantía, pues aunque creas que son confiables al estar hechos con “agua limpia”, lo cierto es que no puedes fiarte del todo de que esté correctamente purificada para este propósito. Si frotas hielo en el rostro sin ningún tipo de barrera, te expones a que estas impurezas generen un brote acneico, cuya intensidad es imposible predecir.
  3. Manchas y rosácea. La rosácea es un padecimiento en el que la piel, usualmente del rostro, se enrojece tras el rompimiento de los vasos sanguíneos localizados en esa zona. El hielo puede activar esta sobreexposición, reventándose y dejando una apariencia roja similar a la irritación.

Antes de frotar hielo sobre el rostro o cualquier otra técnica viral en redes que involucre a tu piel, consulta con especialistas. Ellas te indicarán si es factible para tu tipo de dermis o si existen efectos secundarios que debas considerar.

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