Alta moda, ¿para todos?

Las magnas colaboraciones entre el fast fashion y las grandes casas de moda internacionales han existido desde ya hace tiempo, pero muchas marcas de lujo se han alejado de las mismas por “miedo” a masificar sus productos.

El furor literal que ha causado que los consumidores puedan adquirir prendas de su diseñador favorito a un cuarto de su precio real escala con rapidez y ha hecho que la mayoría de las marcas le pierdan la aversión a dichas ‘collabs’ y, al contrario, las busquen.

La alta moda y el fast fashion se unen

H&M y Mugler, por ejemplo, han estado en boca de todos desde que hace unos meses anunciaron su crossover. La semana pasada en México y Latinoamérica se lanzó la colección después de un megaevento en Nueva York, que se replicó en CDMX y Colombia.

Para los ojos de propios y extraños se dejó clarísimo que esta colaboración fue un gran éxito. No solo la colección literal voló en segundos sino que todo el mundo digital estuvo pendiente del evento, la compra, las piezas y todo lo que rodeó esta colaboración, pese a la crítica de varios en donde acusaban (entre otros varios argumentos) que esta alianza no era lo más positivo para Mugler ni para la industria de la moda y el lujo.

Leía una entrevista que incluso los mismos empleados de Mugler no podían distinguir entre las prendas “reales” y las de colección, pues las variaciones son mínimas y la calidad era asombrosa para ser prendas fast fashion de H&M. Yo tuve la oportunidad de ver en vivo toda la colección antes de que saliera a piso y, de verdad, impresionantes los materiales, calidad, confección y fit de las prendas. Para los amantes de la moda con presupuesto limitado es un gran “sí” para añadir al archivo.

¿Y si…?

Me parece un caso parecido al de Chanel, donde sabemos que los productos que más se desplazan son los perfumes y lipsticks, seguido de bolsas y calzado; todos aspiraríamos a poder comprar una prenda de alta costura pero, como es inviable para el 99% de la población, nos conformamos aunque sea con el lipstick.

La pregunta de los 80 mil es: ¿entonces el lujo si puede ser más asequible? ¿Y la prueba son estas colaboraciones en donde todos los factores se unen de manera mágica y perfecta? Precio, calidad, moda y marca.

Les dejo esa pregunta de tarea.

Con cariño
Gina

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