Probablemente la primera imagen que viene a tu mente cuando menciono el nombre Dolce & Gabbana es una mujer con labios rojos, piel de porcelana bronceada enfundada en tacones negros y algún vestido ceñido al cuerpo de encaje negro, o una ‘pencil skirt’ con un top lencero.
La mujer Dolce & Gabbana es femenina, poderosa, sexy, fuerte, determinada, interesante y elegante. El sello de una de las duplas más importantes de la industria es indiscutible, sin embargo la casa italiana ha hecho algunos cambios hacia la evolución de la marca y la moda.
La mujer Dolce & Gabbana
En esta ocasión D&G me invitó a varios eventos durante la Semana de la Moda en Milán. Primero que nada, por supuesto, el desfile de la colección insignia SS24, que se llevó a cabo en el Teatro Metropol, propiedad de la marca.
El desfile empezó tras la llegada de Kylie Jenner al ‘front row’ y cerró con Naomi Campbell. O sea, ¿qué más podemos pedir?
La sastrería tomó un protagonismo fundamental, hablando de formas, proporciones y tejidos impecables en blanco y negro. Siluetas limpias y claras como fundamento de la colección, con el hilo de la antigua Sicilia.
De nuevo tenemos un diálogo álgido entre lo masculino y lo femenino que estuvo muy presente no solo en esta colección sino en otras propuestas de diversas marcas, por lo que debemos prestar atención a esta dualidad en los outfits venideros. Personalmente me fascinó la presencia del encaje, las transparencias, ropa interior sobre sacos masculinos en diferentes alturas, de proporciones oversized y hombros pronunciados.
Ahora la cereza del pastel fue que la pasarela tuvo diversidad de cuerpos y eso me fascinó, pareciera lo obvio en pleno 2023 pero tristemente no lo es. Así que un aplauso a Dolce por promover esta diversidad.
Una oda a los cuerpos reales
Justo hablando de diversidad, otro de los eventos que se llevaron a cabo en la Semana de la Moda de Milán fue justo la pasarela de la diseñadora brasileña Karoline Vitto, que tiene un discurso sumamente poderoso en torno a las mujeres reales.
Dejando muy de lado los típicos estándares de la industria, Dominico Dolce y Stefano Gabbana apoyan a los talentos emergentes y abren sus puertas para empoderar a estos diseñadores; el desfile contó con todo su apoyo, incluyendo la convocatoria de medios, invitados especiales y la sede en las oficinas de la casa italiana.
El trabajo de Karoline Vitto rinde homenaje a la forma femenina a través de la acentuación y celebración de las curvas, así como a los contornos naturales del cuerpo de una mujer. Básicamente una poesía a los cuerpos normales y reales.
Fuimos testigo del encuentro de dos culturas, la brasileña y la italiana. Karoline es audaz y ama jugar con las formas y estructuras; para este debut Karoline se inspiró en la colección femenina PV 92 de Dolce and Gabbana, así como en las icónicas piezas de lencería de la casa de moda.
Vimos la presencia constante de hardware que enmarcan las curvas sin restricción al introducir nuevos elementos de diseño que elevan la conmemoración de los cuerpos de las mujeres.
Otro gran acierto de Vitto es la dedicación de la diseñadora al upcycle y la reutilización; la diseñadora obtuvo las telas de los archivos de Dolce & Gabbana y completó sus diseños con accesorios de la marca.
Para todos los gustos
Para cerrar con broche de oro acudí a un desfile con concierto ofrecido por el artista italiano Blanco, quien colaboró con los diseñadores para hacer una colección capsula que salió a la venta el mismo día del desfile. La colección fue fresca y actual, para dar un guiño a un público joven que gusta de la moda pero desde una perspectiva de lujo y ‘sportswear’.
La colección tuvo una gran aceptación tanto en los fans del artista como los seguidores de la marca, quienes encontraron una propuesta arriesgada pero con el sello italiano que caracteriza a la firma. Prendas urbanas y muy llevables desafilaron al compás de las letras del cantante.
‘See now buy now’ me parece un modelo de comercio sumamente interesante, ya que los públicos mas jóvenes gustan de comprar las prendas desde el momento que salen a pasarela.
Con cariño,
Gina