La voz tiene un papel fundamental en nuestra vida: no solo es un medio para expresar y compartir necesidades, conocimiento, gustos, sentimientos y emociones, sino que para algunos, representa su herramienta de trabajo. Por este motivo, cuando padecemos algún trastorno de la voz (cambios en el sonido de la voz), es necesario saber qué hacer.
Te explicamos por qué nos quedamos afónicas y cómo actuar ante tal situación.
Qué es y cómo se produce
Para entender un trastorno de voz es necesario explicar el proceso del habla.
El habla se produce cuando el aire de los pulmones pasa por la tráquea (vías respiratorias) y por la laringe (en donde están las cuerdas vocales). Las cuerdas vocales se acercan y comienzan a vibrar, creando ondas sonoras (sonido), las cuales pasan a la garganta, nariz y boca. Entonces, cuando nuestras cuerdas vocales se inflaman o dejan de funcionar como deberían, o bien, cuando no respiramos correctamente, puede haber un trastorno de voz.
De acuerdo con expertos de la salud, la afonía es la pérdida de la voz que puede modificarse de forma gradual o rápida. Puede presentarse en una alteración de forma parcial, medicamente conocida como “disfonía” y coloquialmente como “voz ronca”. Aquí, la voz puede sonar débil o ronca.
Se le llama afonía cuando ocurre la pérdida temporal de la voz y el síntoma más común y más notorio es no poder hablar.
Causas
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), reportan las causas que pueden ocasionar un trastorno de voz.
- Enfermedades del sistema respiratorio que causan alteración o irritación en las cuerdas vocales: resfriado, laringitis, tos, amigdalitis y alergias.
- Mal uso o uso excesivo de la voz: forzar demasiado la voz sin descanso puede provocar hemorragias de las cuerdas vocales.
- Estrés, miedo o ansiedad.
- Toxinas o ambientes irritantes: alcohol, tabaco, vinagre, pimienta, así como ambientes secos, con humo, muy fríos o calientes.
- Otras afecciones como: reflujo gastroesofágico (RGE), nódulos, pólipos y quistes vocales, enfermedades y trastornos neurológicos, problemas de la tiroides y lesiones en la laringe que deriven de cáncer.
Qué hacer cuando te quedas afónica
La Clínica Mayo informa que el tratamiento de la afonía depende de lo que ocasiona el cambio en la voz.
El tratamiento general para la mayoría de las afonías es reposo de la voz, hidratación para evitar que la garganta se seque y evitar o modificar malos hábitos del uso vocal. Sin embargo, los tratamientos más específicos incluyen, según la Clínica Universidad de Navarra.
- Reposo de voz y antiinflamatorios en caso de procesos infecciosos.
- Rehabilitación foniátrica y, en caso de persistir, realizar extirpación microquirúrgica en cuestión de nódulos y pólipos.
- Terapia de voz, donde se incluyan ejercicios de respiración y voz en caso de mal uso vocal y estrés o ansiedad.
Generalmente la afonía desaparece por completo en poco tiempo con los cuidados adecuados. Consulta a tu médico si persiste sin causa evidente o si tienes tos con sangre, dificultad para respirar o tragar o si sientes bultos en el área del cuello.
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