‘Red flags’ en un ginecólogo que deberías evitar

Cuidar la salud sexual y reproductiva es una parte indispensable de tu vida. Visitar regularmente al ginecólogo o ginecóloga te puede ayudar a detectar cualquier anomalía o infección de transmisión sexual (ITS), prevenir el virus de papiloma humano y regular tu periodo menstrual, además de tomar decisiones acertadas con base en tus necesidades sobre temas como el embarazo.

Pero hay algunos comportamientos o ideologías que en ocasiones aplican los ginecólogos que se pueden considerar ‘red flags’ y es mejor decir adiós antes de que afecte tu salud.

‘Red flags’ en un ginecólogo que deberías evitar

Cuidarte es de plena importancia en todos los aspectos, por eso también debes tener chequeos de rutina en el ginecólogo para poder descartar cualquier problema que te afecte a corto o largo plazo. Sin embargo, hay doctores cuyas acciones o pensamientos no son los ideales o, de plano, no son éticos.

A continuación te mostramos algunas ‘red flags’ en ginecólogos, si detectas alguna sal de ahí y busca a otro profesional.

1. Tiene un mismo procedimiento para todas sus pacientes

De acuerdo con información del portal Prevention, una gran ‘red flag’ en ginecólogos es tener una misma solución para todos sus pacientes, tratar sus problemas de la misma manera y atribuir cualquier inquietud a lo mismo. Así como cada persona tiene su esencia única, también cada vagina es diferente, por lo tanto no tienes las mismas necesidades que la otra persona.

Hasta un Papanicolau o un examen pélvico es diferente para cada persona dependiendo su historial médico, edad o hasta preocupaciones.

Si tu especialista constantemente aplica frases como “también se lo voy a recetar, porque a mi otra paciente le funcionó”, “no es necesario revisarla, es algo muy común”, es un rotundo “no”.

Así como lo dice la ginecobstetra Jennifer Ashton para el portal Prevention cada estudio o tratamiento dependerá de las características de cada persona; de la edad, condiciones de salud, factores de riesgo, solo por mencionar algunas.

Foto: Pexels. Mart Production

2. No se detiene cuando algo te duele

De acuerdo con la doctora Jennifer Lincoln en su canal de YouTube, es una mala señal si cuando te encuentras en un examen y comienzas a sentir malestar, dolor o incomodidad, le dices que pare pero el ginecólogo sigue porque es “parte del proceso” y pide “que te relajes”.

Esto no debes permitirlo, porque podría llegar a lastimarte, además de que todo debe suceder con tu consentimiento; la doctora comenta que usualmente pasa en los exámenes pélvicos.

Además, todo lo que sucede durante una consulta el ginecólogo debe explicarlo. No permitas que inicie algún procedimiento sin consultarlo contigo o explicarte primero.

3. No deja que alguien te acompañe

Tienes todo el derecho a solicitar que alguien más esté presente durante una revisión, ya sea que una persona de tu familia o amiga cercana esté ahí, o quieras que simplemente haya alguien más ahí.

Si el ginecólogo no permite que haya alguien más a pesar de que lo estás pidiendo, está cometiendo un tipo de violencia.

4. Descarta un dolor que tengas

El dolor excesivo en relaciones sexuales, conocido como dispareunia, es un síntoma que requiere tratamiento. Tener coito no debe doler de sobremanera, por lo que cuando le comentas al doctor y te dice “es normal” y lo ignora, inmediatamente sal corriendo de ahí.

Este tipo de dolor puede causar consecuencias más graves; no debe omitirse sino, al contrario tratarse, así como lo informa Arizona Gynecology Consultants.

Por otra parte, la doctora Jennifer Lincoln añade que una enorme ‘red flag’ consiste en que, cuando llegas con un especialista porque te duele tener relaciones sexuales, te salga con soluciones como “relajarte” o “tomar una copa de vino para relajarte”. Tal vez relajarte sí tenga que ver con algunos casos, pero, ¿cómo podrías saberlo si ya has tenido malas experiencias por el dolor y no puedes relajarte porque no tienes una respuesta?

5. No te da opciones

Un especialista que te impone un tipo de anticonceptivo sin explicarte cuáles son los pros y contras, o sin darte la opción de elegir otro, no está poniendo tus necesidades como prioridad.

Un ginecólogo tiene el deber de resolver todas tus dudas, darte opciones y, en caso de que un tipo de anticonceptivo no sea viable, explicarte por qué. Tus decisiones deben ser informadas.

Foto: Pexels. Reproductive Health Supplies Coalition

6. No hace preguntas

El tema de la sexualidad ya no debería ser un tabú y mucho menos para un ginecólogo, no se enterará solo porque tiene inquietud por saber, sino es su deber preguntar. Algunas cosas que debería preguntar, como lo informa el portal Prevention, son si tienes dolor durante las relaciones sexuales, capacidad o dificultades para alcanzar el orgasmo y cómo está la líbido.

Si no lo hace, definitivamente no sabrá si eres propensa a alguna enfermedad.

Y si hace las preguntas pero cuando das detalles sobre tu vida sexual te juzga aunque sea en lo más mínimo o se burla, es motivo para no regresar ahí jamás.

¿Te ha pasado alguna de estas ‘red flags’ en un ginecólogo?

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